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jueves, 5 de agosto de 2010

Reporte Semanal Económico / Financiero

Los mercados siguen recibiendo con optimismo los resultados trimestrales de las empresas que cotizan en las distintas plazas bursátiles. La lectura de los mismos más las expectativas de que este panorama de buenos números sea consistente en el tiempo le está dando fuerza al movimiento alcista.

En esta batalla que se esta librando entre los datos de la economía real vs. la realidad microeconómica, los inversores están sobreponderando la buena actualidad de las compañías, más eficientes y rentables luego de los ajustes, y esto está llevando a un terreno ya positivo en el rendimiento acumulado del año.

En el mercado las expectativas mandan. El hecho de que no solo 85% de las compañías presentaron ganancias superiores a lo esperado sino que también muchas revisaron al alza sus proyecciones de negocios muestra que cada vez existen menos razones para no tener una, siquiera mínima, exposición al riesgo.
Más aun si consideramos el contexto de bajas tasas y el costo de oportunidad que significa estar fuera del mercado.

A nivel economía real, el panorama no ha cambiado mucho. En estos días se conoció el beige book de la Fed, el cual remarcó un crecimiento general, aunque la actividad de algunos distritos se mantuvo estable o se desaceleró desde el último informe publicado.

En línea con los reportes de producción y actividad, se conoció el viernes el dato del PIB de US, es decir la producción de bienes y servicios de dicho país. El numero para el segundo trimestre del 2010 muestra un ritmo de crecimiento del 2.4% -vs. 2.6% esperado-; una desaceleración respecto del trimestre anterior –que marcaba un +3.7%- aunque una mejora importante si lo comparamos contra igual periodo del año pasado, donde la economía cayó (-0.7%).

Los últimos reportes vienen mostrando que si bien se está comprobando que el crecimiento es más suave existen menos probabilidades de recesión.

Esta semana, en cambio, llegaron buenas noticias por parte del sector servicios. El índice ISM se ubicó en 54.3 –venciendo al consenso que esperaba 53- y por encima de la barrera psicológica de los 50 puntos, nivel que indica una economía en alza para este indicador. Este dato muestra que el sector se viene expandiendo aunque con menor robustez que el de bienes, dada su dependencia del consumo. Es importante remarcar la dinámica, ya que servicios representa el 80% del PIB americano y por tanto su performance e impacto está muy ligado a la salud de la economía y el mercado laboral.

En este sentido, para los próximos días, será muy observado el dato de empleo que se conocerá el viernes y que viene siendo un indicador muy visto por el mercado en los últimos meses. Se espera que el sector privado sume 100.000 puestos de trabajo pero que, por el fin de las contrataciones públicas temporales, el mercado laboral en su conjunto haya destruido 70.000 puestos de trabajo en julio.

A su vez, el martes 10 tendrá lugar la reunión del comité de mercado abierto de la Fed que además de decidir la tasa de interés se expresara sobre su visión de la economía. Según se conoció a través de los encargados de política monetaria de la reserva, su posición será de “wait & see”, esperando evidentes signos de debilitamiento en la economía para tomar medidas mayores.

En cuanto al panorama técnico y nuestra visión de mercado, seguimos manteniendo el escenario constructivo. Claramente, en las ultimas semanas hubo noticias que fortalecieron la hipótesis alcista, sin embargo todavía consideramos las dudas de la macro y el contexto.

Seguimos viendo muy buenas oportunidades en precios en activos con sólidos negocios y balances sanos. Creemos que es necesario que todo lo bueno que vienen mostrando las compañías gracias a la publicación de sus números del 2Q10 sea acompañado por la macro. Quizás el viernes, con un dato de empleo positivo, sea esta la confirmación que el mercado necesita para provocar la salida alcista que al menos, desde fundamentals micro, creemos que puede tener lugar.

Recomendamos considerar la visión alcista pero dentro de un contexto de alta volatilidad, el cual marca que se debe estar invertido en el rango medio de riesgo que permitiría el perfil de inversión.