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sábado, 26 de junio de 2010

Preocupa el estado de la ANSeS

Los datos oficiales marcan que las cuentas de la ANSeS están en un delicado equilibrio porque los recursos que recauda de aportes, contribuciones e impuestos apenas cubren los pagos de los beneficios. Una situación que abre serios interrogantes sobre el futuro de una de las grandes "cajas" del Gobierno.

Tanto en 2008 como en 2009, el incremento de los pagos de beneficios superó al de los recursos, por lo que se fue achicando el superávit corriente. Así el año pasado, luego de pagar prestaciones y sentencias, el organismo previsional quedó con un resultado positivo de apenas $ 3.809 millones, equivalente al gasto de medio mes de jubilaciones y pensiones.

Estos números más que ajustados se alcanzaron a pesar de que la ANSeS no está pagando los beneficios como corresponde de acuerdo a lo que marca la legislación y los fallos judiciales. De esta manera, el Estado alienta la tan criticada "industria del juicio".

Y tanto, que la ANSeS carga con un abultado pasivo por la enorme litigiosidad. En el Fuero de la Seguridad Social ya hay 362.000 juicios, cifra que aumenta a razón de 12.000 nuevos juicios por mes.

De todas maneras, el cálculo oficial es que es mayor el "ahorro" que obtiene el Gobierno por no extender a todos los jubilados los fallos judiciales que el gasto que representan las sentencias. Este año está previsto en el Presupuesto pagar unas 30.000 sentencias por $ 2.800 millones. En promedio las sentencias oscilan entre los $ 60.000 y $ 100.000 pero los jubilados perciben una parte: entre el 25% y 40% son honorarios de los abogados.

A esta situación se agrega un tema estructural más serio: la relación activos/pasivos es muy reducida. Sobre 8,4 millones de aportantes (trabajadores en actividad), hay casi 6 millones de jubilados y pensionados. Equivale a una relación de 1,5; muy baja, con las actuales alícuotas de aportes y contribuciones, para asegurar la sustentabilidad del sistema.

Como están diseñados los beneficios, los nuevos jubilados reciben la mitad, o menos, del sueldo en actividad y los haberes se siguen achicando porque la ley de movilidad determina un ajuste semestral inferior al índice de precios y a la evolución de los salarios.

Así, la inflación está licuando los beneficios, mientras por el lado de los ingresos la ANSeS se beneficia por los nuevos acuerdos salariales, lo que, de alguna manera, servirá para mejorar sus números.

El haber medio del sistema es de $ 1.157 mensuales ­un tercio del salario medio de los activos­ pero más del 70% cobra el haber mínimo de $ 895. En el Congreso hay varios proyectos que plantean equiparar el haber mínimo al sueldo mínimo, que es de $ 1.500 mensuales. Sin un nuevo financiamiento, esa iniciativa, más que razonable, no podría afrontarse.


Otros ingresos y egresos

Por el lado de los ingresos, además de los aportes y contribuciones, la ANSeS recibe el 15% de la coparticipación y una parte de los impuestos que recauda la AFIP. En los años 90 se otorgó ese 15% de la coparticipación al sistema previsional en compensación porque la ANSeS absorbió el déficit de las cajas provinciales y se redujeron las contribuciones patronales.

También se implantó la jubilación privada, desfinanciando más al régimen estatal.

En el Congreso, hay varios proyectos que plantean que las provincias vuelvan a recuperar ese 15% que en 2009 sumó $ 18.241 millones. "Sin esos ingresos, la ANSeS hubiera terminado en 2009 con un déficit de $ 14.432 millones", reconoció el titular de la ANSeS, Diego Bossio en el Congreso Nacional.

La ANSeS cuenta con un Fondo de Garantía (FGS) que suma unos 150.000 millones ­equivalente a un año y medio de prestaciones ­ que están invertidos mayoritariamente en títulos públicos, lo que convierte al Gobierno en el principal deudor del Fondo. A eso se agrega que el FGS se está descapitalizando porque se decidió que los intereses ­del orden de los $ 8.000 millones anuales­ se destinen al pago de la asignación por hijo en lugar de financiarla con recursos específicos.

La ANSeS también administra las prestaciones por desempleo que se financia con aportes patronales. En 2009 recaudó $ 1.880 millones y pagó prestaciones por $ 610 millones porque los beneficios están topeados en $ 400 por desocupado, cuando si se hubieran ajustado por la inflación, deberían cuadruplicar esa cifra.

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