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miércoles, 11 de agosto de 2010

¿Usted tiene un plan financiero familiar?

Por Gabriel Noussan, Profesor del Área Académica Dirección Financiera yDirector Académico de Gerencia Funcional PDD

¿Cómo se hace para lograr un retiro con la tranquilidad de que tendremos fondos suficientes para costear nuestra etapa pasiva? Evidentemente, hay que ahorrar e invertir. Pero, ¿cuánto? ¿Cómo se fijan los objetivos financieros y cuáles son los instrumentos más idóneos para ello? La mayoría sabe que no se puede esperar mucho de la jubilación estatal. Y con la caída de las AFJP's, para algunos se acabó la única esperanza de un sistema relativamente eficaz. Todos, los jóvenes y los que no lo son tanto, saben que su futuro económico en la etapa pasiva depende casi exclusivamente de sí mismos. Pero son pocos quienes llevan adelante un Plan Financiero Familiar con objetivos de corto, mediano y largo plazo.

Para lograr esta meta Rifat Lelic, Director de Economía, Finanzas y Legales del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), señaló que las personas, en primer lugar, deben estar dispuestas realmente a planificar, implementar y controlar estrategias de ahorro.

«No es habitual que el argentino se dé cuenta de la importancia que tiene la planificación de sus futuros ingresos y egresos, la planificación de la educación de sus hijos, de su retiro, de sus inversiones, de sus riesgos, seguros, impuestos, y patrimonio. Conozco un Contador amigo que se destaca profesionalmente como experto en planes financieros de la empresa donde trabaja, nadie como él para planificar; la empresa le debe mucho de su éxito a las precisas planillas de pronósticos que mi amigo prepara, pero... él nunca ha hecho un plan serio de sus propios ingresos, egresos y propósitos. 'Tengo todo en la cabeza', dice. Yo tengo mis serias dudas...», relató.

¿Por qué no ahorramos?
Como comentó el profesional del ITBA, muchos argentinos no se detienen a pensar en la necesidad de asegurar adecuadamente, con los instrumentos que corresponde, su patrimonio o su vida para un futuro que siempre es incierto.

«Quieren a sus hijos como nadie pero, planificar, invertir en un seguro que pueda darles una vida llevadera en caso de que ellos falten, muchas veces, no forma parte de las prioridades», lamentó.

En su nuevo libro, 'Ser Rico es posible', Marcelo Elbaum, economista y Director de Convexity Asset Management, sostiene que los motivos por los que la gente no ahorra o ahorra de menos para la futura jubilación básicamente son dos: la distancia del objetivo y la subestimación de la expectativa de vida. Al respecto, el economista detalló: «El futuro se expresa a través de! pensamiento, mientras que el presente se manifiesta en la emoción. Por lo tanto, cotidianamente los deseos inmediatos le ganan con holgura a las metas de largo plazo. Esto es la distancia del objetivo. Por supuesto que cuando la crisis se instala ya es demasiado tarde. Por lo tanto, hay que ahorrar desde temprano».

Acerca de la subestimación de la expectativa de vida, Elbaum citó distintos estudios internacionales que dan cuenta que la gente suele pensar que vivirá menos años de los que indican las estadísticas. «Esta significa que gran parte de los futuros jubilados no poseen una estimación real de su expectativa de vida, y por lo tanto subahorran para su retiro».

Según Lelic existen tres palabras claves para manejar bien el dinero y tenerlas presentes siempre evita muchos dolores de cabeza: Realidad, Responsabilidad y Control. «Los recursos son siempre limitados, y si gastamos por encima de nuestras posibilidades nos chocaremos con la dura Realidad. Podemos hacerle mucho bien a nuestras familias y a nosotros mismos si nos comportamos responsablemente con el dinero, y finalmente, el control nos permitirá ahorrar ahora para cubrir necesidades futuras más adelante. Posponer gastos hoy puede parecemos intolerable, la presión hacia el consumo es realmente intensa, nuestro hijo será la persona más infeliz del mundo si no pagamos una fortuna por una camiseta 'oficial' de un equipo de fútbol, pero nuestros ingresos tienden a decaer a lo largo del tiempo y nuestros gastos a aumentar: educación, ayuda a nuestros hijos, y pagos por temas relacionados a salud nos preocupan», explicó.

Una vez tomada la decisión de ahorrar, el siguiente paso es consultar a un especialista en la materia: un planificador financiero, un estratega patrimonial, alguien que. según la definición de Walter Wörner, socio fundador de la Asociación Argentina de Estrategas Patrimoniales, «puede brindar orientación y asesoramiento sobre cómo lograr cubrir necesidades financieras futuras y cumplir aspiraciones asociadas, en general pero no exclusivamente, con el retiro».

Así, con la propia convicción y asesoramiento profesional se puede pensar en un plan financiero personal y familiar. Según Luis Merle, Director del Posgrado en Finanzas de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica Argentina (UCA), este plan debe ser una guía flexible que debe ajustarse de tanto en tanto para ir adaptándolo a cambios de la realidad y/o de los objetivos: «El plan debe ser una forma de trazar un camino que sirva como brújula, pero cuando los obstáculos o las cosas no previstas aparecen, es importante poder cuantificar y cambiar de dirección si es necesario».

En tal sentido, Sebastian Cendoya, Economista y Asesor Financiero Independiente, afirmó que es necesario realizar «el análisis y la planificación de las fuentes y usos de fondos personales a lo largo de los años, con el objetivo de lograr una mejora en la calidad de vida», situación que definió como «ausencia de deudas de incierta cancelación, ingresos suficientes, cierto nivel de holgura financiera que permite ahorrar e invertir, protección ante la incertidumhre, etc.».

Y agregó: «La planificación financiera familiar, busca asegurarnos que tendremos una vivienda más grande para cuando la familia crezca, que estaremos en condiciones de pagar una buena educación a nuestros hijos, que podremos contar con una buena cobertura de seguros y tener al mismo tiempo una adecuada cobertura médica, etc. En definitiva, es al mismo tiempo una brújula que nos muestra nuestro norte y un cuaderno de bitácora que nos dice si vamos en el camino correcto. Comprende decisiones tales como: la forma de financiación de nuestra vivienda, la elección de un leasing o un préstamo bancario para financiar la compra de un nuevo automóvil, la selección de instrumentos financieros en los cuales invertir nuestros ahorros, la constitución de un fondo para imprevistos tales como una crisis familiar, la pérdida de nuestro trabajo, un accidente, etc. En lo económico y financiero un jefe de familia previsor podría preguntarse: ¿qué cosas pueden cambiar que afecten la propia economía familiar? Pues muchas cosas pueden alterarse. Por ejemplo, los precios en general y los de la vivienda en particular: los alquileres, las variaciones en la oferta de préstamos hipotecarios y en sus tasas de interés: el costo de la cobertura médica, de las vacaciones, de los colegios, de los seguros; nuestra capacidad y compromiso por el ahorro, etc.».

Seguidamente, Lelic aconsejó: «La persona que se disponga seriamente a un esfuerzo de planificación deberá tener en cuenta la fundamental diferencia entre necesidades y deseos, tendrá también que proponerse metas específicas, susceptibles de ser medidas, no imposibles, y alcanzables en períodos concretos de tiempo. Tendrá que desarrollar una actitud de seguimiento y control cuidadoso de todos sus ingresos y egresos relevantes, acostumbrarse a presupuestar y a controlar presupuesto periódicamente. Si, por ejemplo, se trata de alguien que duda si pagó todas sus facturas de servicios o no, esa persona está muy lejos de tener la actitud necesaria».

Lelic apuntó otros dos factores clave para el éxito de la planificación: el tiempo y el conocimiento... «Tiempo de calidad, dedicado a pensar en soluciones para su dinero y la adquisición de conocimientos y capacidades en varias áreas de conocimiento que formen al individuo adecuadamente en temas relacionados con inversiones. Cursos ofrecidos en el área de 'Educación Continua' en Universidades tanto privadas como públicas pueden ser económicos y muy aprovechables».

Las crisis argentinas

Sabemos que planificar a largo plazo en Argentina parece una misión imposible. Pero, concretamente, ¿cómo influye una economía inestable como la argentina para lograr el propósito de disponer de fondos para solventar una jubilación sin angustias económicas?

Como razonó Noussan, del IAE Business School de la Universidad Austral, en nuestro país suele ocurrir que la situación de las personas es muy vulnerable en términos financieros: «Incluso aunque tengan una muy buena posición debido a un alto salario, sus ahorros suelen ser escasos: en cierta forma se debe que el alto nivel de vida les impide ahorrar y, además, se plantean si realmente en la Argentina conviene hacerlo, luego de haber sufrido diferentes embates sobre sus ahorros en el pasado. Es importante  llamar la atención para que la gente se dé cuenta de la importancia del tema y, al mismo tiempo, hacer un autodiagnóstico de la propia situación».

En la misma línea, Wörner consideró: «Operar en un marco de inseguridad jurídica e imprevisibilidad obviamente mínima confianza, que es el factor critico en la toma de decisiones, sobre todo las de largo plazo. Pero debemos ser realistas: si decidimos vivir - o seguir viviendo-, trabajar y formar una familia en la Argentina, debemos tomar decisiones considerando las 'particularidades' de la coyuntura y planificar considerando escenarios de alta incertidumbre. No hay opción, si consideramos el objetivo de independencia financiera. Es necesario ahorrar. Para el futuro, pero también para hacer frente a contingencias. Y diversificar el riesgo de las inversiones. La mayoría de las familias actualmente sólo pueden, en el mejor de los casos, generar un pequeño ahorro mensual. ¿Cuál es la alternativa a 'correr contra la inflación' y, como mínimo, mantener el poder de compra de los fondos acumulados? ¿Cómo lograr un rendimiento razonable considerando los costos de, por ejemplo, ciertas opciones bancarias disponibles para esta forma de ahorrar? Delegar en especialistas -obviamente participando en el proceso de decisión- la administración de nuestros ahorros y la presentación de nuestro patrimonio, y monitorear periódicamente el programa».

Alejandro Menéndez Behety, es Profesor del Curso de Finanzas Personales de la Escuela de Negoc
ios de la UCA.
Para este profesional una economía inestable como la argentina conspira contra la confección y ejecución de un adecuado plan financiero por dos vías: «Por un lado porque la constante aparición de situaciones imprevistas nos obliga a rediseñar el plan demasiado frecuentemente y en ese sentido se termina mirando sólo el corto plazo y olvidándose del largo plazo. Por otro lado, porque cambios tan radicales de las reglas de juego muchas veces provocan que los vehículos de ahorro o de protección sufran alteraciones que los inhabilitan a cumplir con el objetivo prefijado y uno queda desanimado a seguir invirtiendo en su propio futuro».

Más adelante, Lelic expresó que la volatilidad argentina debe asumirse como un elemento más del análisis financiero: «En Argentina hay largos períodos de relativa estabilidad seguidos por crisis y nuevos períodos de relativa estabilidad. Baste ejemplificar los años en los que el I a 1 era relativamente sostenible, o los cuatro o cinco años que siguieron a la crisis del 2001-2002. No somos tan distintos al resto del mundo.
tal vez nuestras crisis sean más duras pero uno de los principales motivos por lo que las vemos así es porque nos ocurren a nosotros. Lo que en realidad sucede es que el individuo debe tener en claro que cualquier estrategia que lleve adelante con respecto a su dinero deberá permanentemente ajustarse con sintonía fina a medida que pase el tiempo o incluso deberá estar atento a golpes de timón importantes. Obviamente ni la sintonía fina ni los golpes de timón son posibles si está distraído, mirando para otro lado, cansado por sus muchas horas de trabajo, o no dispuesto a darle a la administración de su dinero el tiempo y el respeto que se merece. No hay estrategias estáticas que sirvan, ni planes 'todo terreno' aunque, desde luego, diversificación y prudencia no suelen ser malas ideas».

Lelic también instó a no sólo considerar lo negativo sino tomar lo positivo de nuestras crisis: «La crisis de Enron y la más reciente inmobiliaria y fianciera de la que se está saliendo ahora, tampoco fueron muy tranquilizantes para los americanos que tratan de proteger su patrimonio e incrementarlo igual que los argentinos. En todo caso, nuestra mayor inestabilidad la tenemos que convertir en un desafío. Tener que manejar un automóvil en Buenos Aires nos ha hecho mejores conductores a la fuerza, somos capaces de reaccionar bien ante dificultades de manejo que no están presentes en otras ciudades. También podemos manejar mejor nuestros patrimonios y no esperar cambios milagrosos en nuestra forma de ser, en nuestras instituciones y en nuestros políticos (reflejo directo de nosotros mismos, aunque no nos guste), que serán en el futuro indudablemente mejores de lo que son hoy, pero ello ocurrirá más allá de nuestro período de vida. La inestabilidad es indudablemente una preocupación real y fundada de los argentinos, pero también es una excusa para no planificar ya que 'en este país... '. Por otra parte, la inestabilidad no viene de otra galaxia, la mos construyendo los argentinos día a día con acciones y omisiones. Cuanto mayor es la inestabilidad mayor es la necesidad de planificación).

Los gastos en la Etapa Pasiva

Resulta de vital importancia determinar el ingreso que se va a necesitar durante la jubilación. De esta manera se sabrá cuánto se debe ahorrar para mantener el estilo de vida deseado. Para algunos especialistas, la tasa de sustitución del salario en la etapa activa que debería suplir la renta al retiro debería rondar el 70% del primero. Pero para los profesionales consultados la tasa de sustitución de sueldo en la edad madura debiera ser de 1 a 1 ya que si bien disminuyen algunos gastos asociados a vestimenta y esparcimiento, los de vivienda se mantienen, y los de salud crecen exponencialmente.

Al respecto, Elbaum dijo: «Una de las reglas generales es que se necesita entre el 60% y 80% del ingreso que se tenía antes de jubilarse. Pero si se espera tener mayores gastos, como por ejemplo realizar viajes con asiduidad en los primeros años del retiro, posiblemente se necesite un porcentaje mayor».

Según el profesional, el nivel de renta que se logre al retiro depende de varios factores:
a) el ritmo al que se acumuló la riqueza previa a la jubilación,
b) el ritmo al que se sustituyó una fuente de ingresos (laboral) por otra (la que resulta producto de los ahorros e inversiones),
c)  la tasa de crecimiento de los gastos de consumo en los años próximos al retiro.

Y expuso: «Algunas personas mantienen un índice constante de crecimiento en su consumo antes del retiro y lo incrementan rápidamente una vez que se jubilan, sobre todo en viajes y diversiones. Por el contrario. los acumulan riqueza y sustituyen sus fuentes de ingreso a un ritmo más lento. En general, son quienes no hacen previsiones para el retiro incluso cuando éste ya está muy próximo. Estos, en general, viven de la jubilación estatal, que sirve de muy poco, de algunos ahorros que se terminan rápidamente y luego tienen que mendigar a sus hijos un poco de ayuda. En el medio, otras personas se ubicar, entre estos dos extremos: en general van bajando sus gastos antes de jubilarse y al momento del retiro bajan el consumo de una manera drástica para luego estabilizarse».

«Es difícil hablar de tasa de sustitución -analizó Daniel Ibarra, Profesor del Curso de Finanzas Personales de la Escuela de Negocios de la UCA-, pero en términos generales una persona debiera buscar para vivir bien durante su etapa pasiva, generar un capital que le, permita en términos constantes, obtener un flujo de fondos con el que pueda sostener un nivel de vida acorde a esta nueva etapa. En este sentido, lo conveniente es proyectar cuáles serán sus actividades futuras, valorizarlas, y ver cómo financiarlas en términos de fondos propios y jubilación estatal».

Por su parte, Lelic subrayó: «La persona no debiera esperar que su retiro provenga de sistemas previsional y, los mismos inevitablemente tenderán a colapsar por el envejecimiento de la población, cada vez menos tendrán que pagar para más. Esto sin considerar las posibles manipulaciones de los fondos mencionados. Los individuos deben buscar las maneras de autofinanciar su retiro a través de inversiones conservadoras en los últimos años de su vida. Por otra parte, el retiro debe postergarse lo más posible y desarrolla capacidades flexibles que permitan adaptarse a tareas laborales de menor exigencia pero realizables. Estas tareas no deben imaginarse solamente como de gran aporte intelectual como consultoría o asesoramiento. Muchas posiciones de menor exigencia intelectual pueden obtener remuneración: ¿O acaso usted no pagaría bien a alguien que acompañara a sus padres en su edad madura?».

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Sebastian Cendoya "Mi trabajo es analizar los pasos que una persona debe dar para diseñar una estrategia que sirva para cumplir el objetivo de llegar al retiro con la tranquilidad de tener un flujo de fondos suficientes para vivir sin sobresaltos económicos."

viernes, 6 de agosto de 2010

El origen del caos financiero y del desempleo global

Este mes se cumple un nuevo aniversario del origen del caos financiero que arrastró al mundo al desempleo global. El abandono del patrón oro el 15 de agosto de 1971 está estrechamente ligado al desempleo masivo que viven los países industrializados. Hasta esa fecha, el dólar fue lo más parecido al oro, y todas las naciones trataban de mantener un equilibrio constante entre sus exportaciones e importaciones de bienes. La mayoría de los países ideaba alternativas para exportar más de lo que importaba, de tal modo de acumular reservas de oro o, en su defecto, de dólares de Estados Unidos que, de acuerdo al tratado de Bretton Woods de 1944, podían ser canjeados por oro.

A diferencia del resto del mundo, a Estados Unidos no le preocupaba mayormente mantener un equilibrio entre las exportaciones e importaciones dado que, según el Acuerdo de Bretton Woods, podía pagar sus déficit de exportación enviando más dólares a sus acreedores. Como era la única fuente de la divisa internacional, Estados Unidos tenía una clara ventaja sobre el resto del mundo: era el único país que podían pagar sus deudas imprimiendo dinero. Algo que al resto del mundo poco le importaba: los dólares eran una línea de crédito seductora que permitían acceder al gran casino del mercado. Nadie tomó en cuenta que también tenía su límite.

¿Gracias al modelo económico o a pesar de él? Por Roberto Cachanosky

Para que una economía pueda crecer en forma sostenida tienen que darse, por lo menos, tres condiciones básicas: a) disciplina fiscal, b) disciplina monetaria y c) calidad institucional.

Tener disciplina fiscal no implica solamente mantener relativamente equilibradas las cuentas del sector público, sino también establecer un nivel de gasto público que no ahogue al sector privado con impuestos, al tiempo que el gasto tiene que tener el mayor grado de eficiencia posible. Aumentar el gasto sin que esto se traduzca en mejor educación, salud, justicia o seguridad no es lo que uno podría definir como un aumento del gasto eficiente. Si, además, ese gasto creciente requiere de mayor carga tributaria, más endeudamiento público o emisión monetaria, el equilibrio fiscal se transforma en insostenible en el mediano plazo o bien genera dudas sobre posibles confiscaciones de activos privados para financiar los gastos estatales. 

La disciplina monetaria es fundamental, porque un país que tiene inflación elevada carece de una moneda que permita generar ahorros en ese signo monetario y tampoco puede otorgar préstamos a largo plazo dado que dentro de la tasa de interés hay que cargar las expectativas inflacionarias, haciendo impagables las tasas para los tomadores de crédito, al tiempo que distorsiona los precios relativos. 

Finalmente, la calidad institucional se refiere a las normas, leyes, códigos que regulan las relaciones entre los particulares y de estos con el Estado. Un país sin reglas previsibles no atrae inversiones porque no pueden hacerse proyectos de inversión dado que es imposible estimar ventas, exportaciones, carga impositiva, costos laborales y, en consecuencia, estimar una tasa de rentabilidad. Ni que hablar cuando un país carece de un sólido respeto por los derechos de propiedad, porque en ese caso quien hunde una inversión en ese país no sabe si el Estado va a apropiarse de los flujos o de los stocks que genere la inversión. 

¿Cumple la Argentina con estos tres requisitos mínimos? Veamos cada uno de ellos. 

En materia fiscal, el gasto público ha aumentado a niveles récord sin que se observe como contrapartida más seguridad, mejor educación o salud. Por el contrario, los mayores aumentos de gasto público tienen que ver con planes sociales de todo tipo que reflejan el escaso éxito que ha tenido la política económica para combatir la pobreza, la indigencia y la desocupación. Si el Gobierno constantemente está anunciando nuevos planes sociales es porque el modelo económico no ha permitido que la gente haya conseguido puestos de trabajo con mejores remuneraciones. Si el Estado tiene que construirle la casa a una persona es porque esa persona no tiene ingresos para comprar su propia casa y tampoco existen créditos hipotecarios a tasas pagables para el común de los mortales. No puede definirse estos crecientes planes sociales como un éxito, sino como un fracaso en la medida que consideremos que la mejor política social es aquella que le permite a la gente progresar gracias a su trabajo. 

Otro ingrediente del aumento del gasto público tiene que ver con los crecientes recursos que se destinan a sostener un precario sistema energético que, en estos días, ha demostrado que la tan anunciada crisis energética no era un pronóstico agorero sino muy real. Empresas que no disponen de energía y un fluido de gas muy pobre para los domicilios son la muestra más elocuente de la crisis que tantas veces se ha negado. 

Claro, algunos podrán argumentar que ha habido un par de semanas con frío intenso. La pregunta es: ¿cuándo quieren que la gente prenda la calefacción? ¿En verano?
También se destinan miles de millones de pesos para subsidiar al transporte público de pasajeros y la gente viaja cada vez peor.
El fuerte aumento del gasto público y su creciente ineficiencia llevaron, primero, a incrementar la carga tributaria. Hoy, la presión impositiva medida contra el PIB es 10 puntos más alta. Incrementos en los derechos de exportación o el no ajuste por inflación en los balances haciendo que la gente pague ganancias sobre utilidades que no existen son algunos de los elementos que pueden citarse sobre el incremento de la carga tributaria. Pero como esta presión impositiva no alcanzó, primero se confiscaron ahorros de la gente en el sistema de capitalización bajo el argumento de la solidaridad, luego se fue por las reservas del BCRA y ahora, con mayor intensidad, se aplica el impuesto inflacionario. 

En materia fiscal, la Argentina tiene indisciplina. Sin la contabilidad creativa de incluir entre los ingresos corrientes utilidades ficticias, el déficit fiscal de los últimos 12 meses llega a los $ 16.000 millones, número que tenderá a crecer si continúa el ritmo de aumento del gasto que actualmente tenemos. 

En cuanto a la disciplina monetaria, la tasa de expansión monetaria del 25% anual no es justamente un ejemplo de defensa del peso. La inflación, que el Gobierno sistemáticamente se niega a reconocer, es consecuencia de imprimir billetes a una tasa sustancialmente mayor a la tasa que crece la oferta de bienes y servicios. Con expectativas inflacionarias que se mueven en una banda del 30 al 35 por ciento y una tasa de inflación proyectada de entre el 25 al 30 por ciento para este año, no puede hablarse de disciplina monetaria. Hoy la gente huye del peso y compra bienes para no perder poder adquisitivo. Ahorrar en pesos es perder ahorros por la licuación inflacionaria. 

Finalmente, tampoco podemos decir que tenemos buena calidad institucional cuando quien ahorra para su vejez es confiscado en nombre de la solidaridad social, o quien produce para exportar se encuentra con resoluciones que le impiden hacerlo por citar solo algunos de los ejemplos más emblemáticos de los últimos tiempos, aunque el listado es mucho más extenso. 

Como respuesta a los argumentos anteriores se argumentará que la economía argentina ha crecido gracias al modelo aplicado. Mi visión es que más que crecimiento hemos tenido reactivación. Es decir, se puso en funcionamiento capacidad instalada que no estaba siendo utilizada pero no se amplió significativamente el stock de capital existente. 

Lo que sí tuvo la Argentina desde mediados del 2002, fueron condiciones internacionales muy favorables. En primer lugar, el índice de productos primarios de exportación pasó de 87,5 en 2002 a 167,7 en el primer trimestre de este año. El índice de manufacturas de origen agropecuario subió de 80,1 en 2002 a 149,9 en el primer trimestre de este año. Por las dudas aclaro que estos datos surgen de la página web del Ministerio de Economía. Es decir, la Argentina se vio beneficiada con una fenomenal suba de sus principales productos de exportación. 

En segundo lugar, Brasil, nuestro principal socio comercial, revalorizó fuertemente el real desde 2003. Para que se entienda mejor, el dólar fue cada vez más barato en Brasil permitiéndole importar más productos desde la Argentina. Algo similar ocurrió con nuestro segundo socio comercial, la UE, ya que el dólar se depreció frente al euro haciendo que para los europeos las importaciones fueran más accesibles.
La tasa de crecimiento mundial pasó a niveles del orden del 4,5 a 5 por ciento anual mientras la tasa de interés en el exterior se mantuvo en niveles mínimos antes de la crisis del año 2008 y ahora, con un breve período de suba. 

En otros términos, hubo un fenomenal viento de cola del exterior (precios de productos de exportación, crecimiento mundial, tipos de cambio, etc.) que hacían imposible que no aumentara el PIB local.
Si combinamos la ausencia de disciplina fiscal, monetaria y previsibilidad en las reglas de juego que rigen en nuestro país con las condiciones internacionales, de las cuales muchas de ellas aún se mantienen, podemos afirmar que el PIB creció a pesar del modelo y no gracias al modelo. 

Es fácil imaginar la prosperidad que podríamos tener si combinados con condiciones internacionales favorables, al mismo tiempo tuviésemos disciplina fiscal, monetaria y calidad institucional.
Las condiciones internacionales para poder salir de nuestra larga decadencia están dadas. Es decisión de los argentinos optar por establecer las tres condiciones básicas para aprovechar una era de prosperidad.

jueves, 5 de agosto de 2010

Reporte Semanal Económico / Financiero

Los mercados siguen recibiendo con optimismo los resultados trimestrales de las empresas que cotizan en las distintas plazas bursátiles. La lectura de los mismos más las expectativas de que este panorama de buenos números sea consistente en el tiempo le está dando fuerza al movimiento alcista.

En esta batalla que se esta librando entre los datos de la economía real vs. la realidad microeconómica, los inversores están sobreponderando la buena actualidad de las compañías, más eficientes y rentables luego de los ajustes, y esto está llevando a un terreno ya positivo en el rendimiento acumulado del año.

En el mercado las expectativas mandan. El hecho de que no solo 85% de las compañías presentaron ganancias superiores a lo esperado sino que también muchas revisaron al alza sus proyecciones de negocios muestra que cada vez existen menos razones para no tener una, siquiera mínima, exposición al riesgo.
Más aun si consideramos el contexto de bajas tasas y el costo de oportunidad que significa estar fuera del mercado.

A nivel economía real, el panorama no ha cambiado mucho. En estos días se conoció el beige book de la Fed, el cual remarcó un crecimiento general, aunque la actividad de algunos distritos se mantuvo estable o se desaceleró desde el último informe publicado.

En línea con los reportes de producción y actividad, se conoció el viernes el dato del PIB de US, es decir la producción de bienes y servicios de dicho país. El numero para el segundo trimestre del 2010 muestra un ritmo de crecimiento del 2.4% -vs. 2.6% esperado-; una desaceleración respecto del trimestre anterior –que marcaba un +3.7%- aunque una mejora importante si lo comparamos contra igual periodo del año pasado, donde la economía cayó (-0.7%).

Los últimos reportes vienen mostrando que si bien se está comprobando que el crecimiento es más suave existen menos probabilidades de recesión.

Esta semana, en cambio, llegaron buenas noticias por parte del sector servicios. El índice ISM se ubicó en 54.3 –venciendo al consenso que esperaba 53- y por encima de la barrera psicológica de los 50 puntos, nivel que indica una economía en alza para este indicador. Este dato muestra que el sector se viene expandiendo aunque con menor robustez que el de bienes, dada su dependencia del consumo. Es importante remarcar la dinámica, ya que servicios representa el 80% del PIB americano y por tanto su performance e impacto está muy ligado a la salud de la economía y el mercado laboral.

En este sentido, para los próximos días, será muy observado el dato de empleo que se conocerá el viernes y que viene siendo un indicador muy visto por el mercado en los últimos meses. Se espera que el sector privado sume 100.000 puestos de trabajo pero que, por el fin de las contrataciones públicas temporales, el mercado laboral en su conjunto haya destruido 70.000 puestos de trabajo en julio.

A su vez, el martes 10 tendrá lugar la reunión del comité de mercado abierto de la Fed que además de decidir la tasa de interés se expresara sobre su visión de la economía. Según se conoció a través de los encargados de política monetaria de la reserva, su posición será de “wait & see”, esperando evidentes signos de debilitamiento en la economía para tomar medidas mayores.

En cuanto al panorama técnico y nuestra visión de mercado, seguimos manteniendo el escenario constructivo. Claramente, en las ultimas semanas hubo noticias que fortalecieron la hipótesis alcista, sin embargo todavía consideramos las dudas de la macro y el contexto.

Seguimos viendo muy buenas oportunidades en precios en activos con sólidos negocios y balances sanos. Creemos que es necesario que todo lo bueno que vienen mostrando las compañías gracias a la publicación de sus números del 2Q10 sea acompañado por la macro. Quizás el viernes, con un dato de empleo positivo, sea esta la confirmación que el mercado necesita para provocar la salida alcista que al menos, desde fundamentals micro, creemos que puede tener lugar.

Recomendamos considerar la visión alcista pero dentro de un contexto de alta volatilidad, el cual marca que se debe estar invertido en el rango medio de riesgo que permitiría el perfil de inversión.



lunes, 2 de agosto de 2010

¿Es posible una recaída de la recesión? Sí, pero es improbable.


Probablemente la gente se esté preguntando qué significan los últimos datos: si indican que la recuperación se está apagando o que estamos frente al comienzo de una temida recaída de la recesión ("double dip"). El último informe sobre el empleo fue decepcionante, y hemos visto una desaceleración en otros indicadores, entre los que se incluye la industria, que sugieren que estaríamos entrando en una época de debilidad. Pero, ¿las condiciones son tan malas para que nos lleven de vuelta a la recesión?

Primero, veamos las características de una recaía de la recesión. Una recesión en forma de W o "con recaída" ocurre cuando la economía sale de una recesión, vive un periodo de crecimiento corto, y luego vuelve a caer en recesión. En los últimos 150 años, hubo solamente tres recesiones con recaída: durante la Gran Depresión, la década perdida en Japón y el principio de los 80 en los Estados Unidos. Las tres se relacionaron con ajustes prematuros o inapropiados por parte de bancos centrales y/o un exceso de capacidad desenfrenado en la producción de bienes. En realidad, las recaídas de las recesiones no son frecuentes, lo normal son las expansiones, y desde mi punto de vista, las condiciones no están dadas para generar una recaída.

En lugar de permitir que nos guíe el miedo y las conjeturas, veamos algunos datos.

Yo diría que existen muchas condiciones que abogan en contra de una recaída de la recesión.
  • Las recesiones con recaída se asocian a errores de política drásticos, tales como la eliminación prematura del estímulo a los mercados en fases incipientes de la recuperación. Esto no se está viendo ahora. La mayoría de los principales bancos centrales del mundo ha mantenido su política acomodaticia.
  • En casos de recaídas de recesiones anteriores, Japón y los Estados Unidos contaban con cantidades impresionantes de capacidad de planta y mano de obra sin utilizar. Hoy en día existe capacidad excedente, pero en una escala menor.
  • Los gastos de capital corporativo están aumentando, y esta clase de incremento históricamente se ha asociado con la generación de puestos de trabajo y el crecimiento económico.
  • Existe un nivel significativo de demanda de consumo y corporativa contenida, las cuales son un acicate para impulsar posiblemente una expansión aún mayor.
  • El gasto se vuelve más posible y probable cuando la accesibilidad a todo, desde casas y autos hasta vestimenta mejora. Esto se puede demostrar.
  • Los mercados emergentes están creciendo de un modo no cíclico. Sus tasas de crecimiento pueden exhibir cambios de velocidad erráticos, pero el crecimiento de las clases medias es secular, lo que significa que pueden continuar creciendo a pesar de que los mercados desarrollados se desaceleran. El crecimiento de los mercados emergentes puede, por lo tanto, funcionar como un estímulo para los mercados desarrollados.
Sin embargo, también hay factores que pueden contribuir a una recaída de la recesión. 
  • El estímulo fiscal dirigido por el gobierno, que se estableció durante la crisis de la Lehman, no está teniendo un efecto incremental positivo en el crecimiento como tuvo inicialmente.
  • Los mercados de crédito han experimentado algo de ajuste, haciendo que para las compañías y para los consumidores sea levemente más costoso financiar el gasto.
  • Los indicadores principales han adquirido un sentido descendente.
  • La reciente caída en picada del mercado dañó la confianza de los consumidores y de las empresas.
  • La industria en los Estados Unidos y en Europa está atravesando un patrón de desaceleración.
  • Los programas de austeridad que tienen planificados diversos gobiernos, especialmente los europeos, desalentarán el crecimiento.
Si bien no creo que nos dirijamos hacia una recaída de la recesión, sí creo que tenemos motivos para preocuparnos.
  • El sector corporativo parece haber perdido parte de su confianza. Las compañías cuentan con activos líquidos en sus estados de cuenta; han acrecentado sus reservas de fondos disponibles y han comenzado a invertir en capital. Sin embargo, no están contratando nuevos empleados en forma desesperada. Es por esto que en las últimas semanas hemos visto un descenso en la generación de empleo y en la semana laboral promedio. Estas caídas señalan mayor debilidad en un futuro. 
  • Los problemas de deuda de Europa y de gobiernos locales y estatales no están esclarecidos. Esta incertidumbre se cierne sobre los mercados.
La buena noticia es que el descenso del mercado, las reservas de fondos existentes y las perspectivas de ganancias sugieren que las acciones, según mediciones históricas, están a un precio bajo. Un descenso en el mercado accionario, inclusive una caída de un 15%, no implica necesariamente el advenimiento de una recesión. La pendiente de la sección entre 10 años y 30 años de la curva de rendimiento es bastante empinada cuando se la compara con los patrones históricos y eso sugiere crecimiento en el futuro. Como he dicho, las corporaciones se han beneficiado de una base de costos baja y de los recortes de costos y de niveles de deuda que han realizado. Esas condiciones sugieren que en el segundo trimestre presenciaremos una temporada fuerte de ganancias, que debería apoyar aún más los mercados de acciones y de bonos de crédito.

Y no olvide que hay un montón de dinero guardado para gastar, lo que significa que será difícil que ocurra una recesión. Las tasas son bajas, el gobierno tiene todavía todo el dinero del estímulo para gastar, y las casas y los autos están más accesibles que nunca.
Entonces, ¿cuál es la conclusión? Es decepcionante no ver que haya un crecimiento más intenso. Pero las recuperaciones nunca son completamente parejas; tienen sus etapas débiles y con frecuencia incluyen patrones de crecimiento irregular. Todos los indicadores nos dicen que las acciones están a bajo precio según los estándares históricos. Sin embargo, hay que ser cauteloso cuando se está en la búsqueda de colocar dinero nuevo. El verano no es una época en que los mercados accionarios sean muy emocionantes. Las fluctuaciones de temporada están en nuestra contra, y hay mucha incertidumbre en la circulación de las noticias. Además, las correcciones en los mercados accionarios posteriores a la recesión con frecuencia duran entre cinco o seis meses.

viernes, 30 de julio de 2010

Reporte Semanal Económico / Financiero


Mientras la temporada de balances continúa su curso, los mercados encontraron en los resultados corporativos buenas razones para el rebote.

Esta semana, varios pesos pesados del mercado presentaron ganancias por encima de las estimaciones y actualizaron al alza las expectativas económicas y de crecimiento de su negocio. Si bien esto es significativo para las empresas, también tiene sus implicancias a nivel economía real; la buena salud de las grandes compañías y una positiva visión de sus ventas producirían un importante efecto en el mercado laboral y por lo tanto sería posible retornar a niveles de empleo más acordes a un ciclo de consolidación.

Desde Wall Street se están enviando señales claras: las empresas son nuevamente rentables. Hasta el momento, del total de balances reportados, más del 80% superó las estimaciones del consenso. Esto se traduce en que es consistente desde el punto de vista corporativo pensar en un escenario positivo de mercado.

Pese a lo dicho, estos buenos datos no son correspondidos por la macroeconomía, que parece estar en otra sintonía. Esta semana, sin embargo se conocieron datos mixtos. Buenos números de ventas de casas –nuevas y existentes- aunque la confianza del consumidor continuó a la baja, siguiendo la línea del número de junio, y ubicándose en el menor nivel desde febrero.

A nivel macro global, el viernes se conoció el resultado del "stress test" de los bancos europeos, el cual buscaba medir la solvencia de las entidades ante potenciales crisis de crédito y mercado. De los 91 casos en análisis, solo 7 bancos –la mayor parte españoles- "reprobaron" el test, aunque todas son instituciones de menor escala. Si bien el view fue positivo quedaron algunas dudas sobre el método utilizado y la profundidad del análisis, bastante menos complejo y abarcativo que el stress test del sistema financiero americano en 2009.



Aspectos a destacar de esta coyuntura y de lo que deja la lectura analítica de los resultados del 2Q10:

1) Considerando las empresas de mayor capitalización bursátil y más representativas del índice S&P 500, las ventas crecieron más del 15% año contra año y se consiguieron resultados 10% en promedio mayores a los esperados

2) En términos relativos, desde múltiplos, las compañías están operando muy por debajo de sus medias históricas. Si comparamos el escenario actual –price earnings del S&P 500 de 13x- con la última vez que se operó con ratios similares, encontramos que en aquella oportunidad la tasa del bono a 10 años era del 7% mientras hoy se encuentra en torno al 3%.

3) Continua cayendo el patrimonio de los fondos Money market y el crédito corporativo sigue sólido. Si bien hay aún un flujo importante de capitales fuera del mercado, no se observó un robustecimiento del volumen de estos fondos líquidos sino una rotación entre activos de renta. El dinero sigue estando en el mercado.

4) Según Bloomberg, los fondos de inversión y de pensión -los grandes jugadores de los mercados- están aumentando su posición de riesgo, alcanzando en julio la mayor alocación en acciones en su cartera desde que el mercado dió la vuelta y empezó su tendencia alcista en el segundo trimestre del año pasado.


Mirando hacia adelante, se espera que continúe la temporada de balances, con datos del sector petrolero y energía aun por conocerse. A nivel economía americana, se conocerá el dato de PBI y demás indicadores de actividad, aunque de menor relevancia.

Creemos que los resultados corporativos están develando que buena parte de las compañías continúan atrasadas considerando sus múltiplos, valuación, historia, su presente y perspectiva de negocio futuro. Es claro que el impacto de la macroeconomía es el driver que está pesando y no deja subir el valor de las compañías.

Nuestra visión sigue siendo de un escenario constructivo, de mercados en lateralización pero con muy buenas oportunidades en precios para posicionarse a mediano plazo. Sin embargo, recomendamos cautela, solo aumentar la exposición a activos de riesgo en la medida en que los perfiles de inversión lo permitan, considerando la volatilidad presente y el contexto macro delicado.

jueves, 29 de julio de 2010

10 Cosas Que Debes Saber Antes de Empezar el Día


1) Asian indices were mostly up in overnight trading with the Nikkei a notable exception, down 0.59%. European markets are up in early trading and U.S. futures suggest a higher open.

2) Toyota looks set for another massive recall in the U.S. that will effect 412,000 cars in the country. The recalls effect Avalon and LX470 models and are due to steering problems. Don't miss: 10 Chinese brands that could take over the U.S. by 2020 >

3) Chinese steel producer Hebei Iron and Steel increased its production 26% in H1 2010 over H1 2009. It's production is now larger than the entire U.S. steel industry, which has left some to label the manufacturer "too big to fail" for the Chinese state. Check out 12 charts on the global steel rebound >

4) UK Prime Minister David Cameron has accused the Pakistani government of having elements within that aid in the export of terrorism. The Prime Minister has had to defend his remarks in advance of his meeting with Pakistani President Asif Ali Zardari.

5) Volkswagen has seen its profits jump to €1.25 billion in Q2 2010, a dramatic increase over the €283 million achieved in Q2 2009. The Audi division had the largest earnings contribution offering operating profit of €1.33 billion. Don't miss: How Germany and Russia are forming the world's new nexus of power >

6) Royal Dutch Shell beat analyst estimates raking in profit of $4.53 billion in Q2 2010. The company saw a 94% increase in profits over the previous year's second quarter.

7) Sanofi-Aventis looks set to launch a $19 billion takeover of biotech firm Genzyme. Earnings for Sanofi-Eventis increased 8% with sales increasing by 5%.

8) Santander reported a decline in Q2 net profit of 8%, a result, they claimed, of the unstable situation in the Spanish market. The company claimed the Brazilian and UK markets, where they are also heavily invested, continued to be highly profitable. Here's everything you need to know about who's exposed in Europe >

9) Avis is outbidding its competitor Hertz for the acquisition of Dollar Thrifty car rental, valuing the company at over $1.3 billion. Hertz can still match the bid made by Avis, according to previous agreements.

10) Goldman Sachs has banned the use of profanity in employee emails after its role in this year's financial crisis hearings. The company plans to use screening tools to control corporate swearing.

miércoles, 28 de julio de 2010

Economic Research - JP Morgan – 28/07/2010


Daily Economic Briefing - July 28, 2010
 

  • Outside the US, the early readings on macroeconomic conditions at midyear have shown notable resilience. The data flow from the Euro area continues to contradict the view that the sovereign credit crisis has done material damage to the regional economy as a whole, notwithstanding the real damage underway in the peripheral economies. Last week's surprising move up in the July PMI was followed by a surprising move up in consumer confidence. Today's Senior Loan Office survey sends a similar message. Although banks continued to tighten lending standards into the current quarter, the breadth of tightening continued to moderate and is nearing the point at which conditions begin to ease.


  • The resilience of business sentiment outside the US was underscored today by a surprising move up in Japan's small business sentiment index. The Shoko Chukin, which is the single best indicator for the underlying pace of GDP, continued to trend up, reaching 48.1 in July. Although the June demand and production indicators released later this week are expected to soften and lead to a slight marking-down of our 2H10 outlook, today's reading could temper that revision. If sustained, the current level of the Shoko Chukin is typically consistent with real GDP growth of about 2.5%, in line with our current outlook. It is also worth noting that the manufacturing component of the diffusion index moved up further to 50 for the first time since April 2007.


  • In the US, yesterday's slide in consumer confidence stands in contrast to that of the EMU and Japan. Today's durable goods report was also a touch softer than expected, with core capital goods shipments (an input for capital equipment spending) edging up just 0.2% in June. However, the underlying trend, at 15.8% (3m/3m,saar) remains strong, and although core orders in June were a bit weaker than expected, May was revised up by a greater degree. On net, US capital equipment expenditures appear to continue expanding at a robust pace of 10-12%(ar) into 2H10. The Fed's Beige book also pointed towards a moderation in growth.


  • Today's 2Q inflation report in Australia surprised on the downside, both in terms of the headline as well as the core rate. While not the only metric by which to gauge monetary policy, the case for an August 3 RBA rate hike has substantially diminished and we have pushed back the next rate hike until later this year, with the policy rate reaching 4.75% by year end. Further hikes are still expected in 2011, however, as the soaring terms of trade, a tight labor market, and building wage pressure, will halt the downward descent of core inflation and result in a move back up above target in 2011.


  • Although economic activity decelerated some in Brazil last quarter, credit conditions continued to move up. According to the central bank's June credit report, total outstanding credit moved up to a new historical high of 45.7% of GDP. Despite the fact that the macroeconomy appears to be downshifting slightly at midyear, and despite the fact that delinquency rates continue to drift lower, we maintain our call for the COPOM to hike rates 175bp between now and the middle of next year.

DM inflation expectations falling

In general, inflation is driven by three factors: supply shocks (e.g. commodity prices), economic slack, and inflation expectations. Thus, adjusting inflation for movements in commodity prices and the level of resource utilization leaves only the effects of expectations. Using a model to control for these factors allows us to back out a modelbased estimate of inflation expectations for a number of developed market (DM) economies. Expectations have fallen since the early 70s, when periods of accelerating inflation resulted from a loss of central bank credibility. Expectations trended down through the 1980s and continued to do so as central bank credibility returned. By the late 1990s, inflation expectations settled almost exactly at the 2% inflation target and remained well anchored over the subsequent decade. However, the model based estimates show a recent statistically significant decline in expectations to 1% over the course of the recession, consistent with the fall in inflation in the wake of the downturn as well as concerns that it will take a long time for economic slack to be reduced.

The DM experience is roughly paralleled by each of the G- 3. In the US, loose monetary policy caused expectations to rise in the 1970s, before embarking on a downward trend following Paul Volcker's assault on inflation. Over the past 15 years, expectations were a touch over 2%. The Euro area entered the 70s with higher expectations than the US and DM as a whole, but experienced a sharp fall in expectations through the 80s, when their descent slowed before settling at about 2% by the mid 90s. Japan, which began the 70s with the highest expectations of any of the G-3 also saw the steepest fall, of about 9%-points, over the next few years. As the economy slid into deflation, a deflationary psychology has taken root, with expectations slipping below zero in the lead up to the recent recession.

Inflation expectations in most of the developed economies have drifted down over since the start of 2009. In both the US and the EMU, inflation expectations have taken a step down by roughly 1%-point. The model based estimate of expectations has also stepped down in Australia and Canada. Oddly, Japan has seen a move up in the modelbased estimate of expectations. A similar move has been seen in the UK. However, in both cases, the moves have not been statistically significant.

Markets appear to be pricing in declining inflation expectations. The implied 5y/5y forward inflation rate, derived from yields on inflation-protected securities, have been trending down recently, though the US and UK levels remain within their expected ranges. However, the rate in the Euro area lies a bit lower, both in level and relative terms and is likely raising some concerns in the halls of the ECB.

lunes, 26 de julio de 2010

Fuerte retroceso del poder de compra de pobres y jubilados.

La inflación de sólo 6 meses redujo entre 11 y 17% su capacidad para adquirir alimentos.

Los pobres y los jubilados -que en su mayor parte reciben bajos ingresos y los vuelcan a comprar productos básicos- fueron los más perjudicados por la inflación que se acumuló en el primer semestre del año. Según mediciones de centros de estudios privados, los alimentos que cubren las necesidades elementales se encarecieron un 20% entre enero y junio; registraron así una inflación superior a la del índice que considera la totalidad de los bienes y servicios. En el mismo período, los planes de ingresos sociales, como la asignación por hijo, no recibieron ningún ajuste, en tanto que los jubilados -tanto los del haber mínimo como los que reciben otro nivel de ingresos- tuvieron una suba del 8,21 por ciento.

Como resultado del avance de los precios de los bienes más necesarios, los haberes de los jubilados y pensionados alcanzan para comprar un 11% menos (o el 89%, dicho en otros términos) de lo que permitían adquirir en diciembre de 2009. Así, el alza que determinó la fórmula de movilidad jubilatoria diseñada por el Gobierno no logró mantener el valor de los ingresos. Ese valor, por otra parte, ya estaba deteriorado para gran parte de los pasivos -hasta en un 40%- antes de que comenzara a aplicarse, en marzo de 2009, el mecanismo automático de subas. 

Quienes acceden a la asignación social por hijo de $ 180 -de los cuales se reciben en forma mensual $ 144 y los $ 36 restantes llegan contra la presentación de certificados de escolaridad y salud- tienen un poder adquisitivo un 17% más bajo que en diciembre de 2009. En otras palabras: antes y ahora estas personas reciben $ 144 por niño, pero si antes adquirían productos por igual monto, esa canasta vale ahora $ 173, y, entonces, pueden comprar el 83% y no la totalidad de los bienes. 

Según un informe de SEL Consultores, en el primer semestre el costo de la canasta básica de alimentos creció un 21,5 por ciento. Para Ecolatina, en tanto, el índice fue del 19,1 por ciento. En ambos casos, los valores prácticamente duplican el admitido por el Gobierno, que con datos del muy cuestionado Indec, sostiene que el alza fue del 11,4 por ciento.
Los datos de inflación estimados por las consultoras privadas suelen ser atacados públicamente por funcionarios oficiales, pero lo cierto es que esos datos son los que tienen en cuenta los sindicatos, incluso los adherentes al kirchnerismo, para reclamar mejoras salariales. Y los reclamos desembocan en acuerdos -homologados por el Gobierno- con subas justamente similares a los índices de inflación de fuentes privadas no oficiales.
El informe de SEL, la consultora que dirige el economista Ernesto Kritz, sostiene que los precios de una canasta de alimentos básicos para un matrimonio de personas de más de 60 años subió desde principios de año más de un 21%, con lo cual, mientras que en diciembre el haber mínimo alcanzaba para comprar 2,17 canastas alimentarias, en junio ese índice cayó a 1,93. 

"Los jubilados, como en general los que reciben transferencias monetarias fijas o de actualización no automática o inferior a la inflación, dependen ahora más de otras fuentes de ingresos, como la ayuda de familiares, seguir trabajando o el uso de ahorros previos", señaló Kritz. 

Valor licuado
 
Según el economista, en el caso de un hogar con tres hijos menores, con acceso a la asignación a la niñez, los $ 432 percibidos alcanzaban, cuando se lanzó el plan, para cubrir la mitad del costo de la canasta básica de alimentos para el hogar. Ahora cubre el 40%, por la licuación de los montos que provoca la inflación. 

El estudio de Ecolatina relata el mismo deterioro, en otros términos. Los economistas advierten que una familia integrada por un matrimonio joven y dos niños necesita, respecto de seis meses atrás, $ 288 más por mes para cubrir el costo de los alimentos y otros productos básicos, que definen el umbral de la pobreza. Ese monto equivale a dos asignaciones por hijo. 

La consultora estima que el 31,4% de la población es pobre, porque a sus hogares no llegan los ingresos necesarios para acceder a bienes básicos. Es un índice similar al del primer semestre de 2009, con lo cual se concluye que si bien el pago por hijo mejoró la situación de muchas familias, no logró sacarlas de la pobreza.

domingo, 25 de julio de 2010

Profesionales Pobres vs Gremialistas Ricos

El gremio de los bancarios acordó en marzo un 23,5%. Los trabajadores de la alimentación cerraron en mayo un 35% de aumento salarial, seguido por el Sindicato de Obreros Curtidores, que consiguió un 49%. En junio, Comercio cerró un 30% y Camioneros, un 25%. Luz y Fuerza, que había logrado en abril un 22%, pretende reabrir paritarias para que Oscar Lescano, su titular, "no pase por tonto". La UOM insiste con un piso de un 30%. Smata apunta a un número similar, aunque en este caso se daría una negociación general para fijar un piso y cada una de las comisiones internas podrá negociar un incremento superior. En este último caso, los reclamos superaron el 70%. Próximamente, se definiría la situación en el gremio gastronómico que busca un aumento promedio del 35%.

Puchos más, puchos menos, este es el panorama sindical actual. Estos cambios llevan el salario mínimo en estos sectores a valores de entre $ 3000 (trabajadores de la alimentación) y $ 5000 (bancarios). Nada mal. ¿Es suficiente? Probablemente no. En la Argentina de hoy, un hogar tipo con menos de $ 4000 por mes no tira manteca al techo. ¿Son exagerados los aumentos? Difícil de responder. Cada sector tiene un pasado diferente, una realidad distinta y un futuro, en gran parte de los casos, incierto.

Sin dudas, la inflación no ayuda. Que la economía tenga en períodos recesivos un piso estructural de 15% y encima un Indec medio bobo, garantiza en ciclos expansivos guarismos superiores al 20% anual. Esto me deposita en dos cuestiones que me preocupan e intentaré explicar con la mayor claridad posible a pesar de mi profesión.

Aquellas empresas que no pueden aumentar sus precios por encima de estos números se encaminan en el mejor de los casos a una agonía con final anunciado. Por supuesto, esto no es un problema para las diez multinacionales ubicadas en el país, probablemente tampoco para aquellas medianas empresas de perfil exportador que surgieron luego del 2001. Si lo es para las miles de Pymes, intensivas en mano de obra, que emplean al 70% de la población económicamente activa. Los niveles de producción de esas empresas cayeron más de 20% durante los últimos dos años, su rentabilidad se deterioró un 50% desde 2005 y su ocupación está hoy a niveles de fines de 2006 (Observatorio Pyme dixit).

Puede sonar a "operativo desánimo", pero en este contexto no esperemos un desempleo menor a 9% y acostumbrémonos, como en los últimos dos años, a un Estado productivo creando los únicos trabajos "formales" de la economía. La informalidad laboral será moneda corriente, incentivada además por las restricciones al acceso de la asignación "universal" por hijo, sólo asequible para trabajadores informales. Para el Estado argentino, aquel que gana $ 1300 en blanco y se lleva unos pesos en negro, situación muy típica en las Pymes argentinas (que pagan los mismos impuestos y cargas sociales que las "diez multinacionales"), es un tipo acomodado. De los $ 10.000 millones que informalmente se asignaron al plan lanzado en octubre de 2009, se repartieron no más de $ 3500 millones. O Argentina es Suiza o algo falla en la implementación (seguramente más de uno va a opinar que somos Suiza). 

La segunda cuestión que me hace un poco de ruido es la dinámica de los sueldos en el mercado laboral. Es cada vez más común en algunas empresas encontrar operarios que ganan más que sus supervisores, sobre todo luego de la ola de despedidos a niveles gerenciales durante la recesión de 2009. El mercado laboral argentino está tomando ribetes extraños. 

En el tramo profesionalizado, aunque hay pleno empleo, hay poco dinamismo. Mientras los salarios de convenio se encuentran (en promedio) al mismo nivel en dólares que durante la convertibilidad, los salarios privados corporativos están 38% por debajo de dicho benchmark. Sin ánimo de hacer una defensa corporativa, no hay que ser muy inteligente para darse cuenta que los incentivos no están alineados. Inmersos en la sociedad del conocimiento, la Argentina premia más al camionero (como paradigma del trabajo sindicalizado) que a los ingenieros o a los médicos. Seguramente el primero cobre lo que corresponde (o incluso menos), pero la pregunta (estimo de fácil respuesta) es: ¿Están el médico o el ingeniero bien pagos? 

Las causas de ambos fenómenos son variadas, pero no es el objetivo del presente concentrarme en las mismas. La idea es poner el foco en una dinámica que, al margen de los números, de las profesiones u oficios, de las tendencias políticas o ideológicas, de las preferencias futbolísticas, huele mal. Algo no cierra. 

El autor es economista de la consultira Prefinex

viernes, 23 de julio de 2010

Viviendas Existes EEUU: Meses de Oferta y Precios (Calculated Risk)

El mercado de las viviendas por lo general tiene menos de 6 meses de oferta, es decir, que en menos de 6 meses, una vivienda debería ser vendida. El NAR informó que en Mayo la oferta fue de 8,3 meses, y probablemente sería mayor en Junio - lo declaraban esta semana.

Un cálculo rápido: Si las ventas son de 5.300.000 (datos de SAAR) en Junio, y el inventario sigue siendo el mismo en 3,9 millones de unidades, significa que la oferta de vivieiendas ascenderá a 8,8 meses en Junio.

Esto se calcula así: 3,9 dividido por 5,3 * 12 (meses) = 8,8 meses de suministro.

En julio, si las ventas caen a 4,5 millones (podría ser menor) y el inventario se encuentra todavía en 3.9 millones de unidades, entonces la oferta se elevará a 10,4 meses.

Creo que estas estimaciones son conservadoras (probablemente sea mayor). Como referencia, el tiempo récord fue de 11,2 meses en el 2008.

Este nivel de oferta presionará una baja en los precios de las viviendas.

Este gráfico muestra el gráfico de la oferta y la variación anualizada en el "Case-Shiller Composite 20 house price index". 


Por debajo de los 6 meses de la oferta (línea azul), los precios de las viviendas suelen ser ascendentes (línea de color negro).

Sobre los 6 o 7 meses de oferta el valor de las vivienda suele caer (aunque hay muchos programas para apoyar los precios de las viviendas en el último año).

La línea discontinua roja es la estimación de la oferta para los meses de junio y julio.

Esta es una razón clave por la que esperan que los precios bajen aún más para finales de este año, medido por Case-Shiller y  CoreLogic.

Exuberancia Racional - Economista Serial Crónico

El primer semestre de 2010 mostró una de las tasas de crecimiento equivalente a la de los mejores momentos de la postconvertibilidad, induciendo al alza todas y cada una de las estimaciones de crecimiento para el año. Desde todo el abanico del espectro ideológico y político se observa un optimismo rimbómbate que, desde hace algunas semanas, eleva los pronósticos para todo 2010 a una cifra que podría superar el 8% o incluso arañar el 9%, como en el feliz lustro del primer kirchnerismo.

¿Vamos a crecer a más del 8% en 2010?

Mi respuesta breve es un “No, muchachos, se están pasando de rosca”. La respuesta larga es algo más detallada así que vamos por partes.

Lo primero a tener en cuenta es que no todos hablan de lo mismo cuando hablan del crecimiento de 2010. Cuando alguien desde el sector privado habla de un crecimiento del 8% lo hace sobre la base de un producto que se contrae desde mediados de 2008. Si el pronóstico, en cambio, es de Cristina, la base es un nivel de actividad que había acumulado tan sólo una caída de 2.6% entre pico y valle. Así, por ejemplo, y de acuerdo a las cifras oficiales, los cinco primeros meses del 2009 se ubicaron un 1.4% por arriba de los del mismo periodo del año anterior, y los de este año un 7.2% por arriba de 2009. De esta manera, la actividad económica oficial se encuentra hoy un 9% por arriba del máximo histórico previo a la crisis (como pueden ver en el gráfico, la recuperación de los niveles previos se habría alcanzado en agosto de 2009)


Sin embargo, cuando se analiza la producción de manera desagregada, lo que se observa es que prácticamente todo el crecimiento hasta la fecha puede asociarse a la recuperación del nivel de actividad. Para muestra algunos botones en los siguientes gráficos (tengo al menos diez más como los que muestro aquí). La idea de recuperación y no nuevo crecimiento se repite en el sector de actividad donde uno ponga el ojo en industria, construcción, en el sector primario, en el consumo de combustibles, etc.



Si a ojímetro tuviera que arriesgar un número diría que las estadísticas oficiales sobreestiman la actividad real entre 5% y 7% (1%/2% de 2008, 2%/3% de 2009 y 1%/2% de este año).

Entonces tomando esto como punto de partida ¿Qué nos depara el segundo semestre del año? A mi entender, hay al menos seis factores que no permiten extrapolar la dinámica de la primera mitad al resto del año.

La primera es que, habiendo recuperado los niveles de producción previos a la crisis, la actividad está nuevamente al límite de la utilización de capacidad instalada en un contexto en el que la inversión se mantiene en niveles reducidos (la importación de bienes de capital, por ejemplo, está un 15% por debajo de la de 2008). Esto no implica que no creceremos, en tanto no está en los niveles alarmantemente bajos de 2009, pero de aquí en más el crecimiento no será tan simple como el que hemos experimentado durante el último año.


En segundo lugar, hasta ahora (como decíamos aquí) el crecimiento se ha dado en un contexto de baja creación de empleo, con un uso más intensivo de la mano de obra disponible. En tanto estamos nuevamente en esa-tasa-de-desempleo-que-es-dificil-de-bajar, cuando la actividad requiera más gente para crecer la dinámica se volverá más sinuosa, no sólo porque ya no es tan fácil hallar mano de obra sino porque, como en el caso de la inversión, contratar gente es una inversión que no es fácilmente reversible e implica asumir un compromiso en el tiempo, compromisos que suelen minimizarse en un contexto económico y político incierto (pucha, que forma elegante que encontré para decir esto).

En tercer lugar, mientras durante el primer semestre del año las noticias desde el mundo fueron sistemáticamente positivas, en tanto las expectativas de crecimiento eran siempre superadas por la realidad, es probable que lo que veamos en la segunda mitad del año sea justamente los contrario. China y Brasil, dos de nuestros principales socios comerciales, han apretado el freno con políticas contractivas para evitar el recalentamiento, Europa no ve la luz al final del túnel (en tanto debe aún sentir de lleno el impacto del ajuste alemán) y en EE.UU. las noticas sorprenden a la baja.

En cuarto lugar, durante el segundo semestre del año, y salvo que el gobierno libere una segunda paritaria en el año, no suele haber recomposiciones salariales, de manera tal que en los salarios reales se ubican en tramo descendiente del serrucho anual. Así, durante estos meses es más crudo el impacto de la inflación sobre el consumo privado (sólo parcialmente compensado si suben las jubilaciones en septiembre). Asimismo, en quinto lugar, es posible que comience a diluirse el efecto one-shot de consumo de bienes durables (automotriz, LCDs, etc), impulsado por la misma inflación (y su impacto negativo sobre las tasas de interés reales)

Y finalmente una expectativa de la que me hago completamente cargo. Argentina debe aún desinflar la burbuja que vive su mercado inmobiliario, que sólo sobrevive como reserva de valor por las tasas negativas , y que sin duda tendrá su impacto en términos de actividad. El vendedor (básicamente ahorristas sin apuro) aún no ha asumido que el mercado no está convalidando el nivel de precios actuales y la renta es particularmente baja. Cuando los precios comiencen a bajar sentiremos el impacto en la construcción (una de las actividades con mayor multiplicador de toda la economía). El gobierno, por otro lado, no sostendrá la construcción con gasto público, en tanto la inversión suele ser uno de los primeros rubros en ajustar cuando el cinturón aprieta.
Así, si en Diciembre me ubicaba por arriba del consenso con un 5,5% interanual (entonces era alrededor del 4%) ahora estoy bastante por abajo del 8% que comienza a formarse. Sinceramente, creo que un 6.5% es techo (y si estoy en lo cierto, podré decir que, haciendo gala de la humildad que me caracteriza, que tan sólo la pifie por 1%)

jueves, 22 de julio de 2010

Reporte Semanal Económico/Financiero


Los mercados continuaron comportándose al ritmo de los drivers del momento, los resultados de las empresas en el trimestre abril-junio y los datos de la economía real, en un contexto con señales de alerta desde varios frentes: Consumo/Actividad-Precios-Empleo.

Las subas de los principales índices, prolongadas en torno a la llegada de buenos balances, fueron aplacadas por débiles datos de la economía real americana y renovados temores sobre un contexto menos favorable.

Desde los balances tampoco se encontró demasiada fuerza para hacer frente a la evidencia empírica de la macro. Si bien a nivel general se reportaron buenos resultados, los números publicados tuvieron una doble lectura en los analistas. Por un lado, es claro que las empresas están volviendo a ganar plata y ser rentables -
inclusive batiendo a los pronósticos y estimaciones- a raíz del recorte de costos y una mayor eficiencia. Pese a esto, no convencen los ingresos obtenidos en el periodo en cuestión, mas aun pensando en la sostenibilidad de las ventas de cara a un escenario a futuro con un consumo retraído.

Analizando solamente las ganancias por acción, los resultados son más que positivos. Hasta el momento se conocieron los números de 100 compañías del índice S&P 500 de las cuales el 76% reportó ganancias mayores a las estimadas.

Siguiendo con el panorama planteado anteriormente, hoy, a media rueda, se conoció la opinión de Bernanke respecto de la coyuntura económica, comentarios que no fueron bien recibidos por los inversores. El responsable de la Reserva Federal sostuvo que el escenario es “inusualmente incierto” y que dentro del mismo la Fed se mantiene preparada para tomar cartas en el asunto, favoreciendo la recuperación económica o subiendo la tasa de referencia si aparecen presiones inflacionarias. Sin duda que el tono del adjetivo utilizado por Bernanke no gustó, sin embargo su visión continúa siendo de crecimiento, aunque moderado, y un descenso lento del desempleo.

Mirando para adelante, el viernes se conocerán los resultados del “stress test” del
sistema bancario de Europa. Básicamente se busca probar si los 91 bancos
examinados tendrían la solidez para soportar un doble efecto negativo producto de
una recesión económica y por ende una menor valuación en sus tenencias de deuda
soberana.

A nivel noticias y reportes en US, durante la semana seguirá curso la temporada de balances sumada a distintas datos que serán revelados en los próximos días -venta de casas nuevas y existentes, confianza del consumidor, etc.-.

Creemos que los inversores seguirán atentos a los mismos patrones que vinieron direccionando al mercado en el último tiempo. La figura técnica sigue sin variación así como nuestra visión constructiva de fondo. Recomendamos mantener la cautela en base al perfil de inversión inicialmente establecido, sabiendo que en estos momentos de volatilidad y extrema sensibilidad por parte de los mercados a las señales de la economía es necesario contar con un objetivo claro, actualizado según la tolerancia al riesgo en un entorno de mayor volatilidad.
 


El ahorro es importante siempre. CONCIENCIA

Esta nota pertenece al Blog Salmon, y tomen conciencia de la seriedad de este tema en el mundo.

Hemos hablado varias veces en favor del ahorro y de su importancia, importante incluso en tiempos de crisis y de dificultades financieras.

Como siempre cuando se habla de la necesidad de ahorrar, es normal buscar excusas de por qué no es posible y, especialmente en tiempos difíciles, lo más fácil encontrarlas. No obstante, el ahorro neto, que es subir ahorros y bajar deudas, sigue siendo importante y lo sigo animando. Uno no es demasiado joven y, excepto en casos excepcionales, las circunstancias no son demasiado difíciles como para ignorar la necesidad.

El artículo vinculado nos da, y explica, siete mitos del ahorro que se pueden llamar excusas para no ahorrar, que son los siguientes:

  1. Sólo puedo ahorrar un poco en estos momentos y no merece la pena.
  2. Empezaré a ahorrar cuante tenga mejor sueldo.
  3. Si tuviera mejor sueldo sería más fácil ahorrar.
  4. Quiero ser buen padre/madre y quiero dar todo a mis hijos ahora.
  5. Siempre puedo conseguir un préstamo si las cosas van mal.
  6. Ahorrar requiere la privación.
  7. Ahorros implican eliminar lo divertido en la vida.
La necesidad de ahorrar no sólo es relacionado con el problema del retiro y de la cuestionable capacidad de los gobiernos de hacer frente a las amplias promesas que nos han dado y que siguen dando a los trabajadores que, cuando se retiren, tendrán una pensión digna pagada por el gobierno, es decir, por los trabajadores del futuro.

Se ha hablado de reformar los sistemas de pensiones y de retiro en muchos países, incluyendo este, y yo también en estas páginas. No se ha hecho mucho. No debemos esperar a que los gobiernos nos resuelvan este problema también, debemos tomar las riendas personales e incrementar nuestro ahorro neto.

Siempre me ha parecido curioso ver a la gente estar muy dispuestos a tomar un préstamo para comprar algo, un coche, una lavadora, incluso unas vacaciones. Préstamos que traen consigo sus costes.

Mucho mejor sería pensar que vamos a necesitar un nuevo coche, una lavadora y que nos vamos de vacaciones, ahorrar para ello y, cuando llega el momento de pagar, no sólo se tiene el dinero ahorrado, pero sería dinero que habrá ingresado intereses durante el periodo de ahorro. No se tendría que tomar un préstamo y no se pagaría gastos ni intereses sobre ese préstamo.

Mucho más rentable con una política de ahorros personal para las compras que seguir el camino de los préstamos, que es el camino que se sigue hoy.