martes, 23 de noviembre de 2010
Rendimiento S&P 500, 3ra semana de Noviembree 2010.
- El rendimiento de esta semana fue casi neutro, con un 0,07.
- Quedan todavía casi 5 Gaps para cerrar abajo.
- El RSI esta apenas sobrecomprado. En 53,76.
El mercado mucho más arriba no puede ir, porque primero debería bajar para cerrar los 3 gaps que tiene abajo.
Podría ser sano para el mercado una baja hasta los 113,25 puntos (aproximadamente el 5%) para poder luego construir una suba o un Rally de Fin de Año , el Rally de Santa Claus(el cual se produce en un periodo ventana que va desde Navidad hasta pasado Año Nuevo) , que por distintos motivos, ya sean fiscales, porque los empleados en Estados Unidos cobran el bono de Navidad lo invierten en acciones, que los fondos comunes de inversión tienen que mostrar ganancias, etc; por lo que históricamente es un mes positivo para el mercado.
En caso que nos encontremos con una suba, se va a encontrar con una resistencia que es 122,50 que es el máximo anual y que no pudo superar hace unos días.
En el caso que supere esa resistencia hasta más de 125 no podría pasar, aunque para mi punto de vista no hay indicadores para tomar una posición alcista
Este Jueves el mercado va a estar parado dado el Día de acción de gracias en EEUU, por lo que desde el Miércoles al Viernes no va a haber gran cantidad de volumen.
Rendimientos
Lunes: -0,12%
Martes: -1,62%
Miercoles: +0,02%
Jueves: +1,53%
Viernes: +0,25%
Rendimiento Semanal: +0,07%
Rendimiento Noviembre: +1,44%
Rendimiento Anual: +7,59%
domingo, 21 de noviembre de 2010
Conceptos de Inversión en Renta Fija: Guía para entender los Bonos

- Los bonos desempeñan papeles clave en las carteras diversificadas: generan ingresos, estabilizan las carteras y constituyen una posible fuente de rentabilidad total.
- La combinación de bonos y acciones puede crear un equilibrio más efectivo entre el riesgo y la rentabilidad de su cartera.
- La combinación de bonos y acciones puede crear un equilibrio más efectivo entre el riesgo y la rentabilidad de su cartera.
Desmitificar la Inversión en Renta Fija
Los bonos son una parte esencial de las carteras bien diversificadas, pero pueden adoptar numerosas formas y no son fáciles de entender. Esta guía podrá ayudarle a comprender los fundamentals de los bonos y de la inversión en renta fija.
¿Qué es un bono?
Empecemos por los conceptos básicos. Un bono es un título de inversión que funciona como un préstamo. Cuando los gobiernos quieren financiar proyectos o las empresas quieren recaudar liquidez para efectuar grandes desembolsos de capital como, por ejemplo, cuando construyen oficinas nuevas, con frecuencia, piden dinero prestado a los inversores mediante la venta de bonos.
Por lo tanto, cuando adquiere un bono, lo que está haciendo en realidad es prestar dinero al emisor del bono. A cambio, el emisor acepta pagarle los intereses estipulados en una fecha específica, conocida como "fecha de vencimiento".
Tanto los bonos como las acciones están diseñados para atraer el dinero de los inversores, pero ofrecen diferentes beneficios. Los inversores en acciones obtienen un título de propiedad sobre las acciones de la compañía emisora, junto con la posibilidad de participar en sus beneficios. Los inversores en bonos son prestamistas que obtienen unos intereses específicos del emisor. Normalmente, estos intereses se abonan a intervalos periódicos, generando una fuente de "renta fija" periódica.
La forma más habitual de invertir en bonos es a través de un fondo de inversión que reúne el dinero de muchos inversores para adquirir una cartera de bonos que gestiona un asesor profesional. Podría intentar crear usted mismo una cartera pero, probablemente, no tendría acceso a todos los bonos disponibles en el mercado. Además, la compraventa de bonos es cara y su gestión requiere mucho trabajo y experiencia.
Facilitar el entendimiento de los bonos
Los bonos presentan una amplia gama de aspectos y atributos y, cada día, hay más bonos disponibles, a medida que crece el mercado de bonos. Para familiarizarse con los bonos, necesita conocer bastantes aspectos.
Queremos que le resulte más fácil comprender en qué consiste la inversión en renta fija a través de las siguientes actuaciones:
1- Describir las características fundamentales de los bonos.
2- Explicar los beneficios de incluir instrumentos de renta fija en su estrategia de inversión.
3- Ayudarle a adoptar decisiones bien fundadas en relación con la renta fija.
Al final agregué un glosario donde encontrará la explicación de términos y conceptos específicos.
1- Los conceptos básicos de los bonos
No todos los bonos son iguales (existen muchos tipos distintos a tener en cuenta). Entender el funcionamiento de los bonos puede ayudar a adoptar mejores decisiones sobre sus inversiones en renta fija.
Los bonos devengan intereses a los inversores
Cuando usted adquiere un bono, presta dinero a un emisor a cambio de un tipo de interés específico llamado "tipo de interés nominal".
Por ejemplo, digamos que compra un bono nuevo a su valor nominal de 1.000 USD con un tipo de interés nominal del 5%. Dado que el 5% de 1.000 USD es 50 USD al año, recibirá dicho importe anualmente hasta que el prestatario le devuelva la totalidad de los 1.000 USD en la fecha de vencimiento del bono.
La mayor parte de los bonos devengan intereses dos veces al año y reembolsan el valor nominal total en la fecha de vencimiento. Otros bonos devengan un tipo de interés que se ajusta periódicamente en función de otro tipo de interés (por ejemplo, el tipo de interés preferencial en préstamos de un banco). Algunos bonos no pagan en absoluto intereses de forma periódica. Este es el caso, por ejemplo, de los bonos "cupón cero": los inversores los adquieren con un descuento y reciben el valor nominal total al vencimiento.
El tipo de bono preferido por los inversores depende, con frecuencia, de sus necesidades y objetivos específicos.
Los precios de los bonos y los tipos de interés se mueven en direcciones opuestas
A menudo, los inversores adquieren bonos con la intención de conservarlos hasta su vencimiento. Pero incluso si no tiene la intención de vender un bono, su precio sube y baja constantemente hasta el momento de su reembolso por el valor nominal en la fecha de vencimiento (a menos que el emisor incurra en impago). Hablaremos de este riesgo en la sección "Calidad crediticia".
¿Qué significa que los precios varían constantemente? Si decide vender un bono antes de la fecha de vencimiento del mismo, obtendrá por su venta el precio que fije el mercado. Dicho precio se basa en diversos factores, pero los tipos de interés vigentes son los que ejercen mayor influencia.
Cuando los tipos de interés suben normalmente los precios de los bonos existentes caen porque su tipo de interés nominal no es tan atractivo en comparación con los bonos nuevos que devengan más intereses. Cuando los tipos de interés caen, sucede lo contrario: los precios de los bonos existentes suben porque, en este caso, ofrecen un tipo de interés nominal más elevados que los bonos recién emitidos.
Fecha de vencimiento
Como hemos explicado anteriormente, la fecha de vencimiento de un bono le indica cuándo le devolverá el emisor el principal del mismo, junto con el pago final de intereses.
Por lo general, los bonos se agrupan en tres categorías de vencimiento: a corto plazo (hasta 5 años), a medio plazo (de 5 a 10 años) y a largo plazo (de 10 a 30 años). Los bonos a largo plazo suelen ofrecer una rentabilidad mayor que los bonos a corto plazo, ya que tienen que compensar a los inversores por el riesgo añadido que corren al esperar tantos años a que se les devuelva su dinero.
Rentabilidad
De forma sencilla, podríamos decir que la rentabilidad de un bono es la tasa de rentabilidad que percibe (o los ingresos que el bono le paga), expresada en términos porcentuales.
La rentabilidad se puede plantear de diversas formas. La "rentabilidad actual" de un bono es sencillamente el tipo de interés que paga dividido por su precio actual. La "rentabilidad al vencimiento" indica al inversor cuál debería ser su rentabilidad si conserva el bono hasta el momento de su reembolso en la fecha de vencimiento. En líneas generales, los inversores se informan sobre esta rentabilidad al adquirir un bono.
Las rentabilidades y los precios de los bonos cambian constantemente a medida que fluctúan los tipos de interés del mercado. Cuando los tipos de interés suben, el precio de un bono cae, incrementando su rentabilidad (porque los precios y las rentabilidades se mueven en direcciones opuestas). Cuando los tipos de interés caen, los precios de los bonos suben, provocando un descenso de la rentabilidad. Escoger un determinado bono simplemente por su elevada rentabilidad puede ser una estrategia arriesgada si no se tiene en cuenta la posibilidad de los crecientes tipos de interés. Si decide vender el bono antes de la fecha de vencimiento y los tipos de interés han subido, su precio podría bajar de forma significativa y se podría ver obligado a venderlo a un precio más bajo. Los bonos de alta rentabilidad también presentan un mayor riesgo de crédito, como tendremos ocasión de explicar en la sección "Comprender el papel y los riesgos de los bonos".
Duration (medida de sensibilidad)
¿Cuánto afectan las fluctuaciones de los tipos de interés al precio de los bonos?
Para responder a esta pregunta, los inversores en bonos consultan un cálculo llamado duration. La duration mide la sensibilidad de un bono a las fluctuaciones de los tipos de interés. Esta medida es más precisa cuanto más pequeñas son las fluctuaciones de los tipos y menos precisa cuanto más grandes son. Por lo general, cuanto mayor es la duration, mayor es la variación del precio del bono al fluctuar los tipos de interés.
Los bonos a corto plazo son menos sensibles a las fluctuaciones de los tipos de interés y tienen durations más bajas que los bonos a largo plazo. En el ejemplo que se muestra a continuación, el precio de un bono a tres meses con una duration de 0,25 años sólo aumentará un 0,25% si los tipos de interés caen un 1%. El precio de un bono a 10 años con una duration de 8,25 años se incrementará en un 8,25% y un bono a 30 años con una duration de 17,5 se incrementará en un 17,5%.
Cuando los tipos de interés suben normalmente los precios de los bonos existentes caen porque su tipo de interés nominal no es tan atractivo en comparación con los bonos nuevos que devengan más intereses. Cuando los tipos de interés caen, sucede lo contrario: los precios de los bonos existentes suben porque, en este caso, ofrecen un tipo de interés nominal más elevados que los bonos recién emitidos.
Fecha de vencimiento
Como hemos explicado anteriormente, la fecha de vencimiento de un bono le indica cuándo le devolverá el emisor el principal del mismo, junto con el pago final de intereses.
Por lo general, los bonos se agrupan en tres categorías de vencimiento: a corto plazo (hasta 5 años), a medio plazo (de 5 a 10 años) y a largo plazo (de 10 a 30 años). Los bonos a largo plazo suelen ofrecer una rentabilidad mayor que los bonos a corto plazo, ya que tienen que compensar a los inversores por el riesgo añadido que corren al esperar tantos años a que se les devuelva su dinero.
Rentabilidad
De forma sencilla, podríamos decir que la rentabilidad de un bono es la tasa de rentabilidad que percibe (o los ingresos que el bono le paga), expresada en términos porcentuales.
La rentabilidad se puede plantear de diversas formas. La "rentabilidad actual" de un bono es sencillamente el tipo de interés que paga dividido por su precio actual. La "rentabilidad al vencimiento" indica al inversor cuál debería ser su rentabilidad si conserva el bono hasta el momento de su reembolso en la fecha de vencimiento. En líneas generales, los inversores se informan sobre esta rentabilidad al adquirir un bono.
Las rentabilidades y los precios de los bonos cambian constantemente a medida que fluctúan los tipos de interés del mercado. Cuando los tipos de interés suben, el precio de un bono cae, incrementando su rentabilidad (porque los precios y las rentabilidades se mueven en direcciones opuestas). Cuando los tipos de interés caen, los precios de los bonos suben, provocando un descenso de la rentabilidad. Escoger un determinado bono simplemente por su elevada rentabilidad puede ser una estrategia arriesgada si no se tiene en cuenta la posibilidad de los crecientes tipos de interés. Si decide vender el bono antes de la fecha de vencimiento y los tipos de interés han subido, su precio podría bajar de forma significativa y se podría ver obligado a venderlo a un precio más bajo. Los bonos de alta rentabilidad también presentan un mayor riesgo de crédito, como tendremos ocasión de explicar en la sección "Comprender el papel y los riesgos de los bonos".
Duration (medida de sensibilidad)
¿Cuánto afectan las fluctuaciones de los tipos de interés al precio de los bonos?
Para responder a esta pregunta, los inversores en bonos consultan un cálculo llamado duration. La duration mide la sensibilidad de un bono a las fluctuaciones de los tipos de interés. Esta medida es más precisa cuanto más pequeñas son las fluctuaciones de los tipos y menos precisa cuanto más grandes son. Por lo general, cuanto mayor es la duration, mayor es la variación del precio del bono al fluctuar los tipos de interés.
Los bonos a corto plazo son menos sensibles a las fluctuaciones de los tipos de interés y tienen durations más bajas que los bonos a largo plazo. En el ejemplo que se muestra a continuación, el precio de un bono a tres meses con una duration de 0,25 años sólo aumentará un 0,25% si los tipos de interés caen un 1%. El precio de un bono a 10 años con una duration de 8,25 años se incrementará en un 8,25% y un bono a 30 años con una duration de 17,5 se incrementará en un 17,5%.
Calidad crediticia
Cuando los inversores adquieren bonos, quieren tener alguna garantía de que el emisor efectuará los pagos de los intereses de los bonos y de que le reembolsará el bono a su vencimiento. Siempre existe el riesgo de que el emisor incurra en impago y no efectúe el pago del principal ni de los intereses.
Las agencias de calificación crediticia independientes, como Moody's Investors Service y Standard & Poor's, asesoran acerca de la solvencia de los emisores de bonos y de las probabilidades de que incurran en impago.
En función de dicha valoración, asignan a cada bono una calificación crediticia. Los bonos con calificaciones crediticias inferiores son más arriesgados (suelen verse obligados a ofrecer una mayor rentabilidad para atraer a los inversores). Sucede lo contrario con los emisores de alta calidad.
Estudie con detenimiento el equilibrio entre riesgo y rentabilidad a la hora de invertir en bonos. Los bonos con una calificación crediticia más baja están asociados a un mayor riesgo y a una rentabilidad potencialmente más elevada, mientras que los bonos de alta calidad, en líneas generales, suponen una rentabilidad y un riesgo menores.
Tipos de bonos
Bonos soberanos y bonos del Tesoro
Bonos emitidos directamente por los gobiernos que normalmente cuentan con calificaciones crediticias elevadas. En líneas generales, los bonos del Tesoro de países desarrollados están garantizados por el país emisor.
Bonos corporativos
Bonos emitidos por empresas para contribuir a la financiación de sus negocios. Estos bonos suelen tener mayor riesgo que los bonos del Tesoro y, por ello, en líneas generales, ofrecen un rendimiento más elevado. Dado que su salud financiera puede variar muchísimo, ofrecen una amplia gama de rendimientos y calificaciones crediticias de calidad.
Los bonos corporativos con una calificación más alta se denominan "bonos de máxima solvencia" (investment-grade), mientras que los bonos corporativos con una calificación más baja se conocen como "bonos de alto rendimiento (high-yield)" o "bonos basura" (non-investment grade).
Bonos de mercados emergentes
Son aquellos bonos emitidos por gobiernos y empresas de economías de mercados emergentes, como Rusia o Brasil. Con frecuencia, estos bonos cuentan con una calificación crediticia más baja y sus precios pueden ser especialmente volátiles debido a la inestabilidad política y económica.
Bonos de titulación
Bonos emitidos por instituciones financieras que están respaldadas por otros títulos o activos en lugar de por la propia institución. Estos bonos cobran los pagos, por ejemplo, de hipotecas, tarjetas de crédito o préstamos para la compra de vehículos. Entonces, agrupan los pagos y se los pasan a los inversores a modo de pago de intereses periódicos. El riesgo que llevan asociado se basa en la posibilidad de que los inversores reciban dichos pagos.
2- Comprender el papel y los riesgos de los bonos
Los bonos hacen más que, simplemente, generar ingresos. Pueden ser un componente flexible y fundamental de una cartera a largo plazo bien equilibrada, pero entrañan riesgos.
Una fuente de ingresos y diversificación Una cartera sólida bien diversificada a largo plazo es clave para que consiga sus objetivos financieros. Los bonos pueden desempeñar un importante papel en su estrategia de inversión a largo plazo.
Los bonos pueden facilitarle una fuente de ingresos estable que, con frecuencia, ofrece más rentabilidad que el interés que podría recibir por unos depósitos bancarios. Las acciones también pueden generar ingresos a través del pago de dividendos, pero los ingresos de los bonos son, por lo general, más estables y elevados.
Si es titular de acciones, la adquisición de bonos le puede ayudar a diversificar, reducir riesgos y estabilizar la rentabilidad de su cartera. Las acciones y los bonos funcionan bien de forma conjunta porque tienden a moverse en direcciones opuestas: cuando las acciones bajan, los bonos suben. Desde 1990, los bonos globales obtienen beneficios en todos los mercados bursátiles bajistas.
Una fuente de ingresos
La rentabilidad total que obtiene de una cartera de bonos procede de dos fuentes: por un lado, de la renta de los bonos y, por otro, de las ganancias o pérdidas generadas en función de la fluctuación de sus precios. Los tipos de interés pueden afectar a estos dos componentes de rentabilidad (en ocasiones, de forma drástica).
Muchos inversores creen que los bonos pueden perjudicar el potencial de crecimiento de su cartera de renta variable(acciones). En realidad, la suscripción de bonos puede poner a su alcance gran parte del potencial de rendimiento de las acciones, aunque con menos riesgos que los que conlleva una cartera integrada únicamente por instrumentos de renta variable. Con el paso del tiempo, una cartera formada tanto por bonos como por renta variable le ayudará a rentabilizar su patrimonio a un ritmo constante, con altibajos menos pronunciados.
Los bonos entrañan riesgos
En líneas generales, en lo referente al riesgo y a la rentabilidad, los bonos se encuentran a caballo entre las acciones y el efectivo. Si necesita su dinero a corto plazo, gozará de una mejor posición económica con una inversión que ofrezca una rentabilidad menor, pero que garantice su principal. Pero si dispone de plazo para realizar una inversión a largo plazo, los bonos ofrecen la posibilidad de obtener una rentabilidad mayor que el efectivo y entrañan menos riesgo que las acciones.
Algunos bonos ofrecen una rentabilidad mayor que otros. En general, cuanto mayor es la rentabilidad, mayor es el riesgo asociado al bono. A continuación, le mostramos los riesgos que ha de tener en cuenta a la hora de invertir:
- Riego de impago
Si el emisor de los bonos incumple un pago o no puede reembolsar el valor nominal del bono, no recuperará todo su dinero. Los impagos son muy raros, pero ocurren. Las calificaciones crediticias pueden ayudarle a valorar la probabilidad de que un emisor incurra en impago. El riesgo de impago en bonos del Tesoro o en bonos con una calificación AAA es muy bajo, mientras que el riesgo es mayor en bonos de alto rendimiento y en bonos de mercados emergentes.
- Riesgo de tipo de interés
Si invierte en un bono y lo conserva hasta su vencimiento, recuperará el importe total del bono junto con los correspondientes intereses (siempre y cuando el emisor no incurra en impago). Sin embargo, si desea vender el bono antes de su vencimiento, tendrá que venderlo al precio que fije el mercado, que depende en gran medida de las variaciones que hayan sufrido los tipos de interés hasta ese momento Si los tipos de interés han bajado, sus bonos tendrán mayor valor. Pero si los tipos de interés han subido, sus bonos valdrán menos.
- Riesgo inflacionista
Una rentabilidad del 5% puede parecer algo estupendo cuando la inflación se sitúa en un 2%, pero ¿qué sucede si la inflación se dispara a un 6%? Si su inversión no se mantiene al nivel de la inflación, ésta puede reducir el valor de su cartera y disminuir su poder adquisitivo.
3- La importancia de una gestión profesional
Comprender el funcionamiento de los bonos es una cosa, pero crear una sólida cartera con ellos es otra muy distinta.
Las ventajas de una cartera diversificada y bien gestionada
Al margen de lo seguro que se sienta con la inversión en renta fija, no le aconsejo que adquiera bonos individuales. En mi opinión, es mejor que invierta en carteras de bonos diversificadas que reducen el riesgo (si un bono obtiene un rendimiento inferior o incurre en impago, los demás pueden ayudar a recuperarse del golpe).
El que usted cree su propia cartera de bonos diversificada constituye un reto dado el tamaño y la complejidad del mercado de bonos: es un trabajo a jornada completa que requiere recursos y conocimientos técnicos. Por eso le recomendamos que deje su gestión en manos de profesionales con experiencia.
Conseguir que los bonos generen ingresos
Los gestores profesionales cuentan con las herramientas necesarias para gestionar las carteras de bonos. Además de las herramientas de que disponen en los ámbitos de investigación, tecnología, proceso de inversión y control de riesgo, la experiencia acumulada durante años les ayuda a identificar oportunidades y a evitar riesgos potenciales.
Ahí es donde entramos los asesores financieros en juego. Contamos con la experiencia y pericia necesarias para dar sentido al mundo de la renta fija y utilizamos dichos conocimientos para diseñar carteras que satisfagan sus objetivos de inversión.
Seleccionar los bonos adecuados ¿Sus inversiones han superado el rendimiento del mercado? Para responder a esta pregunta, los inversores suelen comparar su rentabilidad con los índices de mercado o de referencia que figuran en la siguiente página. Sin embargo, el mercado de los bonos es inmenso y los bonos de los índices de referencia pueden diferir bastante de los bonos de su propia cartera.
A mi opinión es más adecuado valorar los bonos por el papel que usted quiere que desempeñen: estabilizar la cartera, generar ingresos o impulsar su rentabilidad total. Un asesor financiero podrá ayudarle a valorar el éxito de sus inversiones.
Glosario
Gestión activa
Un enfoque de inversión que pretende superar el rendimiento del mercado aplicando un criterio independiente y bien fundado a la selección de bonos y a la estructuración de carteras. En contraposición a lo anterior, nos encontramos con la gestión pasiva o "indización" en la que el gestor pretende replicar la rentabilidad de un determinado sector de mercado.
Distribución de activos
La combinación general de acciones, bonos, equivalente en efectivo y otros activos. La distribución de activos se debería basar en necesidades de inversión y objetivos a largo plazo.
Rentabilidad actual
La rentabilidad que se calcula tomando el tipo de interés nominal devengado por un bono y dividiéndolo por el precio del bono en ese momento.
Diversificación
Invertir en más de un tipo de activos para reducir el riesgo. A medida que aumenta la diversificación, se reduce el riesgo del inversor.
Duration (medida de sensibilidad)
Medida estándar de la sensibilidad de un bono a las fluctuaciones de los tipos de interés, expresada en años.
Rentabilidad total
Lo que gana por invertir en un bono tanto a partir de los intereses devengados, como a partir de las pérdidas o ganancias generadas por sus fluctuaciones de precio.
Volatilidad
Una medida habitual para calcular el riesgo de una inversión expresada en función de la fluctuación de una inversión durante un determinado periodo de tiempo. Cuanto mayor es el rango, mayor es la volatilidad.
Rendimiento al vencimiento
El rendimiento al vencimiento (RAV) indica al inversor cuál debería ser su rentabilidad anualizada si conserva el bono hasta la fecha de vencimiento. Al calcularla, el titular del bono tiene en cuenta la diferencia existente entre el precio desembolsado por un bono y su valor nominal.
Los bonos entrañan riesgos
En líneas generales, en lo referente al riesgo y a la rentabilidad, los bonos se encuentran a caballo entre las acciones y el efectivo. Si necesita su dinero a corto plazo, gozará de una mejor posición económica con una inversión que ofrezca una rentabilidad menor, pero que garantice su principal. Pero si dispone de plazo para realizar una inversión a largo plazo, los bonos ofrecen la posibilidad de obtener una rentabilidad mayor que el efectivo y entrañan menos riesgo que las acciones.
Algunos bonos ofrecen una rentabilidad mayor que otros. En general, cuanto mayor es la rentabilidad, mayor es el riesgo asociado al bono. A continuación, le mostramos los riesgos que ha de tener en cuenta a la hora de invertir:
- Riego de impago
Si el emisor de los bonos incumple un pago o no puede reembolsar el valor nominal del bono, no recuperará todo su dinero. Los impagos son muy raros, pero ocurren. Las calificaciones crediticias pueden ayudarle a valorar la probabilidad de que un emisor incurra en impago. El riesgo de impago en bonos del Tesoro o en bonos con una calificación AAA es muy bajo, mientras que el riesgo es mayor en bonos de alto rendimiento y en bonos de mercados emergentes.
- Riesgo de tipo de interés
Si invierte en un bono y lo conserva hasta su vencimiento, recuperará el importe total del bono junto con los correspondientes intereses (siempre y cuando el emisor no incurra en impago). Sin embargo, si desea vender el bono antes de su vencimiento, tendrá que venderlo al precio que fije el mercado, que depende en gran medida de las variaciones que hayan sufrido los tipos de interés hasta ese momento Si los tipos de interés han bajado, sus bonos tendrán mayor valor. Pero si los tipos de interés han subido, sus bonos valdrán menos.
- Riesgo inflacionista
Una rentabilidad del 5% puede parecer algo estupendo cuando la inflación se sitúa en un 2%, pero ¿qué sucede si la inflación se dispara a un 6%? Si su inversión no se mantiene al nivel de la inflación, ésta puede reducir el valor de su cartera y disminuir su poder adquisitivo.
3- La importancia de una gestión profesional
Comprender el funcionamiento de los bonos es una cosa, pero crear una sólida cartera con ellos es otra muy distinta.
Las ventajas de una cartera diversificada y bien gestionada
Al margen de lo seguro que se sienta con la inversión en renta fija, no le aconsejo que adquiera bonos individuales. En mi opinión, es mejor que invierta en carteras de bonos diversificadas que reducen el riesgo (si un bono obtiene un rendimiento inferior o incurre en impago, los demás pueden ayudar a recuperarse del golpe).
El que usted cree su propia cartera de bonos diversificada constituye un reto dado el tamaño y la complejidad del mercado de bonos: es un trabajo a jornada completa que requiere recursos y conocimientos técnicos. Por eso le recomendamos que deje su gestión en manos de profesionales con experiencia.
Conseguir que los bonos generen ingresos
Los gestores profesionales cuentan con las herramientas necesarias para gestionar las carteras de bonos. Además de las herramientas de que disponen en los ámbitos de investigación, tecnología, proceso de inversión y control de riesgo, la experiencia acumulada durante años les ayuda a identificar oportunidades y a evitar riesgos potenciales.
Ahí es donde entramos los asesores financieros en juego. Contamos con la experiencia y pericia necesarias para dar sentido al mundo de la renta fija y utilizamos dichos conocimientos para diseñar carteras que satisfagan sus objetivos de inversión.
Seleccionar los bonos adecuados ¿Sus inversiones han superado el rendimiento del mercado? Para responder a esta pregunta, los inversores suelen comparar su rentabilidad con los índices de mercado o de referencia que figuran en la siguiente página. Sin embargo, el mercado de los bonos es inmenso y los bonos de los índices de referencia pueden diferir bastante de los bonos de su propia cartera.
A mi opinión es más adecuado valorar los bonos por el papel que usted quiere que desempeñen: estabilizar la cartera, generar ingresos o impulsar su rentabilidad total. Un asesor financiero podrá ayudarle a valorar el éxito de sus inversiones.
Glosario
Gestión activa
Un enfoque de inversión que pretende superar el rendimiento del mercado aplicando un criterio independiente y bien fundado a la selección de bonos y a la estructuración de carteras. En contraposición a lo anterior, nos encontramos con la gestión pasiva o "indización" en la que el gestor pretende replicar la rentabilidad de un determinado sector de mercado.
Distribución de activos
La combinación general de acciones, bonos, equivalente en efectivo y otros activos. La distribución de activos se debería basar en necesidades de inversión y objetivos a largo plazo.
Rentabilidad actual
La rentabilidad que se calcula tomando el tipo de interés nominal devengado por un bono y dividiéndolo por el precio del bono en ese momento.
Diversificación
Invertir en más de un tipo de activos para reducir el riesgo. A medida que aumenta la diversificación, se reduce el riesgo del inversor.
Duration (medida de sensibilidad)
Medida estándar de la sensibilidad de un bono a las fluctuaciones de los tipos de interés, expresada en años.
Rentabilidad total
Lo que gana por invertir en un bono tanto a partir de los intereses devengados, como a partir de las pérdidas o ganancias generadas por sus fluctuaciones de precio.
Volatilidad
Una medida habitual para calcular el riesgo de una inversión expresada en función de la fluctuación de una inversión durante un determinado periodo de tiempo. Cuanto mayor es el rango, mayor es la volatilidad.
Rendimiento al vencimiento
El rendimiento al vencimiento (RAV) indica al inversor cuál debería ser su rentabilidad anualizada si conserva el bono hasta la fecha de vencimiento. Al calcularla, el titular del bono tiene en cuenta la diferencia existente entre el precio desembolsado por un bono y su valor nominal.
NOTA
La inversión en renta fija entraña riesgos, incluida la posibilidad de pérdida del principal. La diversificación no garantiza un beneficio ni la protección frente a las pérdidas. No existe garantía alguna de que cualesquiera previsiones u opiniones que se incluyen en este material vayan a cumplirse. La información no debería interpretarse como un asesoramiento en materia de inversión.
sábado, 20 de noviembre de 2010
Teoría Financiera Psicológica o "Behavioral Finance"
Teoría Financiera de la Conducta o Psicológica
¿Qué lleva a las personas a seleccionar opciones de inversión contraproducentes?
Perseguir las inversiones más rentables del momento, ya sea escudriñando en las distintas clases de activos o a través de gestores de inversiones, parece ser una característica permanente del proceso empleado en la toma de decisiones. De alguna manera los inversores se sienten irremediablemente atraídos por el tema financiero más en boga y mientras intentan sacar partido de él suelen quedarse atrapados en una situación inverosímil, una y otra vez, como por ejemplo, la burbuja biotecnológica, la burbuja de Internet y, más recientemente, la burbuja inmobiliaria.
Los que estudian la evolución de los mercados financieros en periodos largos recordarán el boom de los conglomerados experimentado en los años 60, el boom "nifty-fifty" (las 50 acciones favoritas de los inversores) a principios de los 70 y la moda de las absorciones nacida en los años 80.
¿De verdad somos así de incompetentes? ¿Qué nos lleva a estas situaciones extremas? Para responder a estas preguntas ha surgido una disciplina académica llamada "behavioral finance" (teoría financiera conductista o psicología financiera), que es el resultado de una colaboración improbable entre economistas y psicólogos.
Aunque ninguno de estos grupos se distingue por su habilidad predictiva, juntos han desarrollado un marco de trabajo que arroja mucha luz sobre el modo en que se toman decisiones. Destaca la labor de Daniel Kahneman, un psicólogo cuyas obras sustentan buena parte de este informe y ganador del Premio Nobel de Economía en 2002 por sus aportes en este campo.
Así pues, vamos a repasar algunos de los postulados de su trabajo así como otros aportados por algunos de sus colegas. Como era de esperar, su investigación revela, de forma obvia, que cuando se trata de dinero, no siempre se toma una decisión racional. Por el contrario, el proceso decisorio a menudo está teñido de poderosos sesgos; algunos nos hacen actuar de forma muy conservadora, y otros nos inducen a asumir riesgos excesivos.
El primero de estos sesgos recae en el lado conservador. Se trata de un sesgo que podría definirse como "afecto por la certidumbre". Los estudios muestran que la mayoría de inversores tienen una preferencia desproporcionada por los productos financieros que no se ven afectados por la volatilidad entre periodos. Para describir esta tesis, examinemos los resultados del siguiente problema de elección.
La elección que nos proponen es interesante: puede elegir la opción A, en donde existe una probabilidad del 80% de que gane 4.000 dólares y una probabilidad del 20% de que no gane nada (con un valor esperado de 3.200 dólares) o la opción B, en donde ganaría 3.000 dólares con seguridad (Figura 1).
Quizás no le sorprenda saber que cuando los inversores se enfrentaron a esta elección, el 80% escogió la opción B. Aunque el valor esperado de la opción A es superior al de la opción B, siendo 1.000 $ superior en 4 de cada 5 casos, la mayoría de inversores optaría por renunciar al dinero extra y apostar por el resultado seguro.
El efecto del sesgo en la construcción de carteras
Este sesgo sale a relucir en las asignaciones de activos. Durante un tiempo, el patrimonio de la mayoría de familias ha estado excesivamente concentrado en inversiones que generaban rendimientos conocidos o con escaso margen de sorpresa a costa de sacrificar considerablemente las rentabilidades a largo plazo. Evidentemente, la ambigüedad les resulta molesta a los inversores, por lo que están dispuestos a renunciar a una buena cantidad de rentabilidad para eliminarla.
El segundo aspecto característico sobre los inversores, que reviste una gran importancia, es la fuerte aversión a las pérdidas que muestran, lo cual es muy distinto de tener aversión al riesgo. Examinemos la siguiente situación. Arrecian malos tiempos y usted tiene que tomar una decisión delicada: optar por la opción A, donde existe una probabilidad del 80% de que pierda 4.000 dólares, frente a una probabilidad del 20% de lograr esquivar totalmente las pérdidas. El valor esperado de esta opción es una pérdida de 3.200 $. La otra alternativa es elegir la opción B, en donde simplemente acepta una pérdida de 3.000 $ y se retira del juego.
Esta es la misma situación que el ejemplo anterior, excepto con las expectativas cambiadas, ya que ahora contemplamos pérdidas en vez de ganancias, una condición que insta a una transformación total de la actitud. Cuando nos enfrentamos a la perspectiva de una pérdida segura, mostramos una disposición abrumadora a apostar todo para eludirla, aun cuando el valor esperado de la apuesta represente en realidad una pérdida mayor (Figura 2).
De esto, y de muchos otros supuestos parecidos, se desprende claramente que en nuestra mente las pérdidas tienen mayor peso que las ganancias. Para la mayoría de nosotros, el disgusto que produce una pérdida determinada supera con creces la satisfacción que genera una ganancia equivalente. De hecho, los estudios llevados a cabo sobre este tema revelan que equiparamos las ganancias con las pérdidas en una proporción aproximada de 2:1.
Una disyuntiva desproporcionada
En la figura adjunta a continuación se muestra cómo funciona la aversión a pérdidas (Figura 3). Allí se refleja el valor que concedemos a las pérdidas y las ganancias derivado de experiencias tomadas del mundo real. Observe que conforme entramos en el cuadrante de las pérdidas potenciales, la pendiente de la curva se amplía bruscamente. El mensaje que cabe extraer del gráfico es inequívoco: a los inversores no les gusta perder dinero. Quizás lo único que les disgusta más aún es que sean otros los que lo pierdan por ellos. Así pues, las inversiones susceptibles de sufrir pérdidas potenciales, ya sea en respuesta a un mal comportamiento reciente o por otros factores desestabilizadores, se valorarán de tal modo que ofrezcan rendimientos potenciales más altos en función de los riesgos que efectivamente entrañan.
Dicho de otro modo, el vendedor está dispuesto a ofrecer el activo a un precio bajo para eliminar la tensión que supone mantenerlo y que el inversor ya no puede soportar.
Los inversores de valor encuentran su hueco en el mercado gracias a su disposición a asumir esa tensión. Viven su vida con desazón y temor, expuestos a reiteradas amenazas a su autoestima, todo ello a cambio de lograr el digno objetivo de ver incrementado su patrimonio a un ritmo algo más rápido.
- Con demasiada frecuencia, las decisiones que tomamos en materia de inversión se ven influidas por emociones y sesgos inconscientes que nos hacen elegir opciones poco favorables ó poco óptimas.
- Entre los sesgos más perniciosos se encuentran aquellos que llevan a los inversores a perseguir las inversiones de mayor rentabilidad a corto plazo, haciéndoles reticentes a reajustar el equilibrio de sus carteras y suscitando en ellos reacciones desmedidas ante una volatilidad coyuntural.
- Aquí puede resultar útil insistir en algunos principios atemporales de la inversión:
- Lo que importa son los resultados totales de una cartera, no los rendimientos logrados por cada uno de sus componentes.
- Cuanto menos correlacionadas estén las inversiones de una cartera, mejor: la diversificación efectiva significa, por tanto, que no todas las inversiones evolucionarán igual al mismo tiempo.
- Los rendimientos de los mercados de capitales se caracterizan por revertir a la media. Por eso, el reajuste sistemático del equilibrio de la cartera añade rentabilidad al tiempo que reduce el riesgo.
¿Qué lleva a las personas a seleccionar opciones de inversión contraproducentes?
Perseguir las inversiones más rentables del momento, ya sea escudriñando en las distintas clases de activos o a través de gestores de inversiones, parece ser una característica permanente del proceso empleado en la toma de decisiones. De alguna manera los inversores se sienten irremediablemente atraídos por el tema financiero más en boga y mientras intentan sacar partido de él suelen quedarse atrapados en una situación inverosímil, una y otra vez, como por ejemplo, la burbuja biotecnológica, la burbuja de Internet y, más recientemente, la burbuja inmobiliaria.
Los que estudian la evolución de los mercados financieros en periodos largos recordarán el boom de los conglomerados experimentado en los años 60, el boom "nifty-fifty" (las 50 acciones favoritas de los inversores) a principios de los 70 y la moda de las absorciones nacida en los años 80.
¿De verdad somos así de incompetentes? ¿Qué nos lleva a estas situaciones extremas? Para responder a estas preguntas ha surgido una disciplina académica llamada "behavioral finance" (teoría financiera conductista o psicología financiera), que es el resultado de una colaboración improbable entre economistas y psicólogos.
Aunque ninguno de estos grupos se distingue por su habilidad predictiva, juntos han desarrollado un marco de trabajo que arroja mucha luz sobre el modo en que se toman decisiones. Destaca la labor de Daniel Kahneman, un psicólogo cuyas obras sustentan buena parte de este informe y ganador del Premio Nobel de Economía en 2002 por sus aportes en este campo.
Así pues, vamos a repasar algunos de los postulados de su trabajo así como otros aportados por algunos de sus colegas. Como era de esperar, su investigación revela, de forma obvia, que cuando se trata de dinero, no siempre se toma una decisión racional. Por el contrario, el proceso decisorio a menudo está teñido de poderosos sesgos; algunos nos hacen actuar de forma muy conservadora, y otros nos inducen a asumir riesgos excesivos.
El primero de estos sesgos recae en el lado conservador. Se trata de un sesgo que podría definirse como "afecto por la certidumbre". Los estudios muestran que la mayoría de inversores tienen una preferencia desproporcionada por los productos financieros que no se ven afectados por la volatilidad entre periodos. Para describir esta tesis, examinemos los resultados del siguiente problema de elección.
La elección que nos proponen es interesante: puede elegir la opción A, en donde existe una probabilidad del 80% de que gane 4.000 dólares y una probabilidad del 20% de que no gane nada (con un valor esperado de 3.200 dólares) o la opción B, en donde ganaría 3.000 dólares con seguridad (Figura 1).
Quizás no le sorprenda saber que cuando los inversores se enfrentaron a esta elección, el 80% escogió la opción B. Aunque el valor esperado de la opción A es superior al de la opción B, siendo 1.000 $ superior en 4 de cada 5 casos, la mayoría de inversores optaría por renunciar al dinero extra y apostar por el resultado seguro.
El efecto del sesgo en la construcción de carteras
Este sesgo sale a relucir en las asignaciones de activos. Durante un tiempo, el patrimonio de la mayoría de familias ha estado excesivamente concentrado en inversiones que generaban rendimientos conocidos o con escaso margen de sorpresa a costa de sacrificar considerablemente las rentabilidades a largo plazo. Evidentemente, la ambigüedad les resulta molesta a los inversores, por lo que están dispuestos a renunciar a una buena cantidad de rentabilidad para eliminarla.
El segundo aspecto característico sobre los inversores, que reviste una gran importancia, es la fuerte aversión a las pérdidas que muestran, lo cual es muy distinto de tener aversión al riesgo. Examinemos la siguiente situación. Arrecian malos tiempos y usted tiene que tomar una decisión delicada: optar por la opción A, donde existe una probabilidad del 80% de que pierda 4.000 dólares, frente a una probabilidad del 20% de lograr esquivar totalmente las pérdidas. El valor esperado de esta opción es una pérdida de 3.200 $. La otra alternativa es elegir la opción B, en donde simplemente acepta una pérdida de 3.000 $ y se retira del juego.
Esta es la misma situación que el ejemplo anterior, excepto con las expectativas cambiadas, ya que ahora contemplamos pérdidas en vez de ganancias, una condición que insta a una transformación total de la actitud. Cuando nos enfrentamos a la perspectiva de una pérdida segura, mostramos una disposición abrumadora a apostar todo para eludirla, aun cuando el valor esperado de la apuesta represente en realidad una pérdida mayor (Figura 2).
De esto, y de muchos otros supuestos parecidos, se desprende claramente que en nuestra mente las pérdidas tienen mayor peso que las ganancias. Para la mayoría de nosotros, el disgusto que produce una pérdida determinada supera con creces la satisfacción que genera una ganancia equivalente. De hecho, los estudios llevados a cabo sobre este tema revelan que equiparamos las ganancias con las pérdidas en una proporción aproximada de 2:1.
Una disyuntiva desproporcionada
En la figura adjunta a continuación se muestra cómo funciona la aversión a pérdidas (Figura 3). Allí se refleja el valor que concedemos a las pérdidas y las ganancias derivado de experiencias tomadas del mundo real. Observe que conforme entramos en el cuadrante de las pérdidas potenciales, la pendiente de la curva se amplía bruscamente. El mensaje que cabe extraer del gráfico es inequívoco: a los inversores no les gusta perder dinero. Quizás lo único que les disgusta más aún es que sean otros los que lo pierdan por ellos. Así pues, las inversiones susceptibles de sufrir pérdidas potenciales, ya sea en respuesta a un mal comportamiento reciente o por otros factores desestabilizadores, se valorarán de tal modo que ofrezcan rendimientos potenciales más altos en función de los riesgos que efectivamente entrañan.
Dicho de otro modo, el vendedor está dispuesto a ofrecer el activo a un precio bajo para eliminar la tensión que supone mantenerlo y que el inversor ya no puede soportar.
Los inversores de valor encuentran su hueco en el mercado gracias a su disposición a asumir esa tensión. Viven su vida con desazón y temor, expuestos a reiteradas amenazas a su autoestima, todo ello a cambio de lograr el digno objetivo de ver incrementado su patrimonio a un ritmo algo más rápido.
jueves, 18 de noviembre de 2010
Reporte Semanal Económico / Financiero
Semana de correcciones en las principales plazas bursátiles a raíz de la vuelta a escena de problemas fiscales en los PIIGS - nuevamente Irlanda con un alto grado de endeudamiento y problemas para afrontar sus compromisos- y rumores de una suba de tasas en China.
Comenzando por este ultimo, se difundió esta semana el dato de inflación, 4.4% anualizada -el mayor nivel en los últimos dos años- lo que reaviva la especulación sobre un aumento de tasas para enfriar la economía y de esta forma parar el aumento de precios. Si bien el proceso de endurecimiento monetario en el país asiático ya comenzó con el aumento de los encajes bancarios y diversas medidas de control de precios, la entidad monetaria China puede tocar las tasas de interés si las medidas iniciales no prosperan. Una potencial suba de tasas en China no sería una buena noticia para los mercados de riesgo afectando de lleno a las acciones relacionadas con commodities o que tienen negocios ligados a las exportaciones.
En cuanto a la crisis de deuda europea, a pesar que es publica desde hace varios meses la débil situación fiscal de los famosos PIIGS, en los últimos días tanto la Unión Europea como el FMI volvieron a presionar para que Irlanda acepte un rescate de 100.000 millones. La magnitud de este paquete es tal dado que se espera que Irlanda cierre el 2010 con un insostenible déficit de 32% del PIB. Es claro que Dublín busca eludir la ayuda para no perder grados de libertad ni abrir sus números al control de un organismo como el fondo monetario. Sin embargo, parecería ser un caso símil Grecia, que dado el tamaño de deuda y el flujo de compromisos, el bailout es una alternativa ineludible.
La agenda de noticias de las variables económicas en US (principalmente consumo, empleo, balanza comercial) trajo en general números en línea con las estimaciones. Dentro de los datos importantes de la semana, el Jobless Claims, es decir los nuevos pedidos de subsidios por desempleo -dato que se revela cada jueves- continuaron mostrando un nuevo retroceso lo que significan buenas noticias para el aún muy deprimido mercado laboral.
En lo concerniente al consumo cabe mencionar el dato de ventas minoristas de octubre, que marcó el mayor nivel en los últimos siete meses. Este indicador suma un buen precedente de cara al periodo de consumo más fuerte del año.
Entendemos que, a pesar de las correcciones que sufrieron los mercados esta semana, no hubo hechos que ameriten un cambio en la visión de fondo que venimos planteando. Sí consideramos que dada la dinámica de la suba pueden seguir dándose movimientos de ajuste en precios, por lo que recomendamos estar atentos a los soportes técnicos y ver como reacciona el mercado en torno a estos puntos claves.
Manteniendo la visión de fondo alcista, creemos que técnicamente tiene mayor probabilidad de ocurrencia un movimiento de pullback (retorno hacia un precio o zona anterior, en este caso al venir de una baja sería hacia niveles superiores) que una reversión bajista.
Considerar también que la expectativa que existe en el mercado en torno al IPO (Oferta Publica Inicial según su traducción) de GM- fijó su precio de salida en 33 usd- suma al sentimiento alcista.
Recomendamos monitorear las noticias en torno a las variables en cuestión: crisis de Irlanda + China + IPO GM, teniendo en cuenta el aumento de la volatilidad y que los últimos tres meses han sido muy positivos en cuanto a rendimientos bursátiles.
lunes, 15 de noviembre de 2010
Rendimiento S&P 500, 2da semana de Noviembree 2010.
“Pienso que esos 5 gaps deben ser cerrados con el mercado cayendo en algún momento, no creo que nadie sepa exactamente cuando, pero eso sumado al nivel del RSI antes descripto determina un contexto interesante para ser cautos, tomar ganancias y cubrir las posiciones con puts.
Entrando a la recta final del año, el buen momento del mercado hace que podamos disfrutar de las subas pero sin caer en el error de creer que durarán mucho tiempo más sin corregir antes.”
El SPY tuvo su primer semana de caída en mucho tiempo, terminando en rojo todos los días salvo el miércoles, en donde se las ingenió para lograr un +0.44% de suba luego de estar también en negativo en algunos momentos del día.
El saldo arroja un cierre de $120.20 y una caída del -2.18%, con lo cuál el rendimiento del mes cede aunque sigue estando en verde: +1.37% de suba promediando Noviembre.
Pero mas allá de los números lo que nos importa a nosotros es como quedaron los indicadores técnicos que seguimos. En el chart se pude apreciar que el RSI (anteriormente en 91) cierra el viernes en 47.27, cercano al valor de 40 que representa neutralidad.
En la caída, el primer gap de los 5 que les marqué la semana pasada fue cerrado pero siguen quedando 4 aún, según lo que se puede apreciar en el gráfico adjunto.
De seguir en esta senda, el primer target bajista está dado por la SMA 50, en $116.32, en donde casualmente cerraría el primero de los 4 gaps mencionados.
Si, en cambio, logra recomponerse y recuperar el alza, entonces el nivel para mirar de cerca serían los $122.92, que corresponde al máximo anual.
Pullback o caída más pronunciada: hacia el jueves de esta semana tendremos más señales.
Les dejo las estadísticas usuales:
08/11/2010 -0,21%
09/11/2010 -0,81%
10/11/2010 +0,44%
11/11/2010 -0,42%
12/11/2010 -1,18%
Rto semanal: -2,18%
Rto Mensual: +1,37%
Rto Anual: +7,54%
domingo, 14 de noviembre de 2010
Expectativas y Datos del Mercado de EEUU para esta Semana.
NEW YORK (CNNMoney.com) -- Stocks closed out their worst week in three months on Friday, but it's a new week on Wall Street and investors are bracing for a slew of economic and corporate news to help set the tone.
With Black Friday less than two weeks away, all eyes will be on the retail sector. The government's monthly retail sales report kicks things off before the opening bell Monday morning, but investors will be more focused on financial results and guidance from major retailers for the period that includes the all-important holiday season.
Discount giants including Wal-Mart (WMT, Fortune 500) and Target (TGT, Fortune 500) are due to report earnings, as well as higher-end department stores like Nordstrom (JWN, Fortune 500) and Saks Incorporated (SKS).
"Hearing from the retailers will give us insight as to what's happening in the minds of American consumers, and how much they're willing to spend this holiday season," said Kim Caughey, senior equity analyst at Fort Pitt Capital Group. "We saw a surprise pickup in hiring in the last jobs report, so that should make for happy consumers and happy holidays."
Caughey said investors will also be paying close attention to how retailers are coping with higher cotton prices, which have surged in recent weeks as the dollar weakened.
In other corporate news, General Motors could price an initial public offering of 365 million shares late this week, though the exact date has not been disclosed. The company expects to raise about $13 billion selling shares, putting it on course for the third-largest initial public offering in U.S. history.
Monetary and fiscal policy may also take the stage this week, as President Obama returns from the G-20 meeting of global leaders and Congress reconvenes for the start of its lame-duck session. Lawmakers are expected to begin discussing the proposal to cut the deficit by $4 trillion over the next decade as well as the Bush tax cuts, which are set to expire at the end of the year.
Investors will be on the lookout for news relating to Europe's sovereign debt crisis. The same fears that weighed on markets last spring resurfaced last week, this time sparked by Ireland's fiscal instability.
"We'll be watching Europe very closely," said Karl Mills, president and chief investment officer at Jurika Mills & Keifer. "The markets were giving a great amount of importance to the midterm elections and the Fed's new plan, but now the market could face a new bout of sovereign debt concerns."
On the docket
Monday: Economists expect the Commerce Department to report that retail sales rose 0.7% in October, after a 0.6% rise the previous month, according to consensus estimates gathered by Briefing.com. Sales excluding volatile autos are expected to have ticked up 0.3%.
Home improvement giant Lowe's (LOW, Fortune 500) is expected to report earnings of 30 cents per share, up from 24 cents per share a year ago.
The Empire Manufacturing survey is also due before the start of trading. The regional reading on manufacturing is forecast to have slipped to 11.7 in November from 15.73 in October.
The September reading on business inventories, due from the government later in the morning, is likely to show an increase of 0.9%.
After the close, department store Nordstrom (JWN, Fortune 500) will report earnings.
Tuesday: The Producer Price Index, a measure of wholesale inflation, is due out from the Commerce Department before the opening bell. The index is expected to have edged up 0.8% in October after rising 0.4% in September. The so-called core PPI, which strips out volatile food and energy prices, is expected to have risen 0.1% after increasing by the same amount in the previous month.
Government data on industrial production and capacity utilization for October are also due before the market opens.
Wal-Mart Stores (WMT, Fortune 500) reports results before the start of trading. The Dow component is expected to have earned 90 cents per share, up from 84 cents a year ago, according to forecasts from analysts polled by Thomson Reuters.
Abercrombie & Fitch (ANF), Home Depot (HD, Fortune 500) and Saks Incorporated (SKS) are also on tap to post financial results.
After the opening bell, the National Association of Homebuilders is scheduled to release its housing market index for October. The figure is expected to edge down to 15.0 from 16.0 in September.
Wednesday: The Commerce Department releases the Consumer Price Index, a measure of consumer inflation, in the morning. CPI is expected to have increased 0.3% in October after climbing 0.1% the previous month. Core CPI is expected to have inched up 0.1%, after a flat reading in September.
Housing starts are expected to have decreased to a 600,000 annual unit rate in October from a 610,000 unit annual rate in September. Building permits are expected to have risen to a 565,000 annual rate from a 539,000 annual unit rate in September.
Also before the bell, discount retailer Target (TGT, Fortune 500) is forecast to have booked earnings of 68 cents per share, up from 58 cents a year ago.
After the market closes, analysts are looking for Applied Materials (AMAT, Fortune 500) to reports earnings of 31 cents per share, compared to 11 cents a year ago.
Thursday: The Department of Labor releases the weekly jobless claims report in the morning. The number of Americans filing new claims for unemployment last week is forecast to inch higher to 442,000 from 435,000 in the previous week.
Continuing claims -- a measure of Americans who have been receiving benefits for a week or more -- is expected to hold steady at around 4.30 million, the same as in the previous week.
Analysts expect office supply giant Staples earned 40 cents per share last quarter, up slightly from 39 cents a year earlier.
The Philadelphia Fed index, another regional reading on manufacturing, is expected to have improved to 4.5 in November from 1.0 in October.
The index of leading economic indicators is expected to have risen 0.6% in October after rising 0.3% the previous month.
After the close, Dell (DELL, Fortune 500) is expected to post earnings of 32 cents per share, up from 23 cents per share a year earlier.
Friday: There are no market-moving economic or corporate events expected on Friday.
With Black Friday less than two weeks away, all eyes will be on the retail sector. The government's monthly retail sales report kicks things off before the opening bell Monday morning, but investors will be more focused on financial results and guidance from major retailers for the period that includes the all-important holiday season.
Discount giants including Wal-Mart (WMT, Fortune 500) and Target (TGT, Fortune 500) are due to report earnings, as well as higher-end department stores like Nordstrom (JWN, Fortune 500) and Saks Incorporated (SKS).
"Hearing from the retailers will give us insight as to what's happening in the minds of American consumers, and how much they're willing to spend this holiday season," said Kim Caughey, senior equity analyst at Fort Pitt Capital Group. "We saw a surprise pickup in hiring in the last jobs report, so that should make for happy consumers and happy holidays."
Caughey said investors will also be paying close attention to how retailers are coping with higher cotton prices, which have surged in recent weeks as the dollar weakened.
In other corporate news, General Motors could price an initial public offering of 365 million shares late this week, though the exact date has not been disclosed. The company expects to raise about $13 billion selling shares, putting it on course for the third-largest initial public offering in U.S. history.
Monetary and fiscal policy may also take the stage this week, as President Obama returns from the G-20 meeting of global leaders and Congress reconvenes for the start of its lame-duck session. Lawmakers are expected to begin discussing the proposal to cut the deficit by $4 trillion over the next decade as well as the Bush tax cuts, which are set to expire at the end of the year.
Investors will be on the lookout for news relating to Europe's sovereign debt crisis. The same fears that weighed on markets last spring resurfaced last week, this time sparked by Ireland's fiscal instability.
"We'll be watching Europe very closely," said Karl Mills, president and chief investment officer at Jurika Mills & Keifer. "The markets were giving a great amount of importance to the midterm elections and the Fed's new plan, but now the market could face a new bout of sovereign debt concerns."
On the docket
Monday: Economists expect the Commerce Department to report that retail sales rose 0.7% in October, after a 0.6% rise the previous month, according to consensus estimates gathered by Briefing.com. Sales excluding volatile autos are expected to have ticked up 0.3%.
Home improvement giant Lowe's (LOW, Fortune 500) is expected to report earnings of 30 cents per share, up from 24 cents per share a year ago.
The Empire Manufacturing survey is also due before the start of trading. The regional reading on manufacturing is forecast to have slipped to 11.7 in November from 15.73 in October.
The September reading on business inventories, due from the government later in the morning, is likely to show an increase of 0.9%.
After the close, department store Nordstrom (JWN, Fortune 500) will report earnings.
Tuesday: The Producer Price Index, a measure of wholesale inflation, is due out from the Commerce Department before the opening bell. The index is expected to have edged up 0.8% in October after rising 0.4% in September. The so-called core PPI, which strips out volatile food and energy prices, is expected to have risen 0.1% after increasing by the same amount in the previous month.
Government data on industrial production and capacity utilization for October are also due before the market opens.
Wal-Mart Stores (WMT, Fortune 500) reports results before the start of trading. The Dow component is expected to have earned 90 cents per share, up from 84 cents a year ago, according to forecasts from analysts polled by Thomson Reuters.
Abercrombie & Fitch (ANF), Home Depot (HD, Fortune 500) and Saks Incorporated (SKS) are also on tap to post financial results.
After the opening bell, the National Association of Homebuilders is scheduled to release its housing market index for October. The figure is expected to edge down to 15.0 from 16.0 in September.
Wednesday: The Commerce Department releases the Consumer Price Index, a measure of consumer inflation, in the morning. CPI is expected to have increased 0.3% in October after climbing 0.1% the previous month. Core CPI is expected to have inched up 0.1%, after a flat reading in September.
Housing starts are expected to have decreased to a 600,000 annual unit rate in October from a 610,000 unit annual rate in September. Building permits are expected to have risen to a 565,000 annual rate from a 539,000 annual unit rate in September.
Also before the bell, discount retailer Target (TGT, Fortune 500) is forecast to have booked earnings of 68 cents per share, up from 58 cents a year ago.
After the market closes, analysts are looking for Applied Materials (AMAT, Fortune 500) to reports earnings of 31 cents per share, compared to 11 cents a year ago.
Thursday: The Department of Labor releases the weekly jobless claims report in the morning. The number of Americans filing new claims for unemployment last week is forecast to inch higher to 442,000 from 435,000 in the previous week.
Continuing claims -- a measure of Americans who have been receiving benefits for a week or more -- is expected to hold steady at around 4.30 million, the same as in the previous week.
Analysts expect office supply giant Staples earned 40 cents per share last quarter, up slightly from 39 cents a year earlier.
The Philadelphia Fed index, another regional reading on manufacturing, is expected to have improved to 4.5 in November from 1.0 in October.
The index of leading economic indicators is expected to have risen 0.6% in October after rising 0.3% the previous month.
After the close, Dell (DELL, Fortune 500) is expected to post earnings of 32 cents per share, up from 23 cents per share a year earlier.
Friday: There are no market-moving economic or corporate events expected on Friday.
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