Nunca en la historia moderna de la Argentina sucedió que la situación  económica mejore y las diferencias sociales se profundicen. En la "década  perdida" de los 80 las cosas fueron mal porque la economía no creció, pero sí lo  hizo el empleo y el precio fue la inflación. En los 90 la recesión que comenzó a  mediados de 1998 fue recortando el empleo e hizo aumentar la pobreza, pero la  inflación era muy baja. 
En 2009, en cambio, la recesión fue muy profunda y sin embargo la inflación,  aunque se redujo, se mantuvo muy alta. Y repuntó mucho más en el primer  trimestre. 
La presidenta Cristina Kirchner asegura que el Gobierno está redistribuyendo  el ingreso en favor de los pobres. Pero hay datos que alertan que puede estar  ocurriendo lo contrario. Si fuera así, las autoridades habrían logrado que el  fútbol sea para todos y el crecimiento para unos pocos. 
Como señaló ayer en LA NACION Jorge Vasconcelos, del Ieral, hay un sector de  trabajadores industriales convencionados que logran que sus salarios se  actualicen mucho en dólares e incluso aumenten más que la inflación. Lo mismo  ocurre en otros sectores de la economía. 
Si a esos sectores el Gobierno les impide trasladar a precios sus subas de  costos, entonces la redistribución progresiva la están haciendo los privados, no  el Estado. Pero no es para todos, sino, en principio, sólo para sus empleados.  Se entiende así la preocupación de la Unión Industrial Argentina y sus esfuerzos  por acordar con la CGT. 
También hay sectores que empatan o pierden un poco frente a la inflación,  como los trabajadores del sector público, señala Nicolás Salvatore, de Buenos  Aires City. En este caso, muchos trabajadores, que dependen de los sueldos  estatales, lentamente descienden en la escala social por la pérdida de su poder  adquisitivo. 
En el fondo está, dice Salvatore, el tercer tercio de los asalariados, que  son los que cobran planes sociales y la asignación universal por hijo. Hasta el  Indec en sus fantasiosos e incompletos informes reconoce un aumento cercano al  20% en los últimos doce meses en la canasta alimentaria básica. Eso afecta a  personas que no tienen, de momento, actualización alguna en sus haberes. 
Los empresarios desalientan expectativas inflacionarias fundadas en los  índices del primer trimestre para moderar los reclamos salariales. ¿Qué pasará  con el sector que vive de los subsidios? "Por ahora, Mercedes Marcó del Pont  maneja bien la política monetaria, pero nadie puede asegurar que dure todo el  año. Si se emite para financiar al Estado, como está previsto, recrudecerá la  inflación", dice una fuente oficial.Por Jorge Oviedo